Elegir el color correcto para pintar tu casa va mucho más allá de una simple cuestión estética; puede tener un impacto significativo en el valor de tu propiedad y en la rapidez con la que se vende.
Así lo confirman estudios recientes y expertos en bienes raíces y diseño de interiores, quienes coinciden en que ciertos colores pueden afectar negativamente la percepción del inmueble y, por ende, su precio en el mercado.
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Colores que restan valor
Investigaciones realizadas por Zillow, una de las plataformas inmobiliarias más grandes en Estados Unidos, revelan que las propiedades pintadas con colores muy vivos o poco convencionales tienden a tener un menor atractivo para los compradores potenciales.
Tonos como el verde fosforescente, naranja intenso, rosa chillón o incluso algunos tonos de azul eléctrico pueden causar rechazo o desinterés.
Según Zillow, casas con estos colores pueden tardar hasta un 10% más en venderse y, en ocasiones, la percepción negativa puede traducirse en una reducción de hasta un 5% en el valor de la propiedad.
Por su parte, un estudio de la Universidad de Clemson en Carolina del Sur analizó cómo el color afecta la percepción del espacio. Los colores muy oscuros, como el negro o marrón oscuro, pueden hacer que las habitaciones se perciban más pequeñas y menos luminosas, lo que genera una sensación incómoda para los posibles compradores.
Esta sensación de claustrofobia visual disminuye el atractivo del inmueble y puede impactar negativamente en su valoración.
La importancia de los colores neutros
Ante estos hallazgos, los expertos recomiendan utilizar colores neutros y cálidos para pintar las casas que se ponen a la venta. Tonos como blanco, beige, gris claro o crema son ampliamente preferidos porque transmiten sensaciones de limpieza, amplitud y luminosidad.
Estos colores permiten que los compradores se imaginen fácilmente viviendo en el espacio, lo que facilita la conexión emocional necesaria para tomar la decisión de compra.
Un consejo para propietarios y vendedores
Si estás pensando en vender tu casa, considera repintarla con colores que maximicen su atractivo. Consultar con un profesional en diseño de interiores o un agente inmobiliario puede ayudarte a elegir la paleta adecuada.
Evitar colores extremos y optar por tonalidades neutras puede hacer la diferencia entre una venta rápida y exitosa o un inmueble que se queda mucho tiempo en el mercado y con un precio reducido.