ECONOMÍA

Empresa multinacional despedirá a 7 mil empleados; su panorama económico es desalentador

El impacto fiscal por esta reestructuración podría alcanzar hasta 1,600 millones de dólares, mientras que sus acciones ya reflejan una ligera baja tras el anuncio

Escrito en GLOBAL el

Procter & Gamble (P&G), una de las empresas más influyentes del sector de bienes de consumo, anunció una reestructuración profunda que implicará el despido de aproximadamente 7,000 empleados a nivel mundial en los próximos dos años. La medida, revelada durante la Conferencia de Consumo de Deutsche Bank en París, forma parte de una estrategia para enfrentar el endurecimiento del panorama económico y los crecientes costos asociados con las tensiones comerciales internacionales.

La multinacional, que hasta junio de 2024 contaba con 108,000 trabajadores, reducirá cerca del 6% de su plantilla total, y hasta el 15% del personal no vinculado directamente a la producción. Estos recortes se llevarán a cabo de forma gradual, priorizando la eficiencia operativa y sin afectar sus marcas insignia como Tide, Pampers, Gillette y Old Spice.

Los ejecutivos Andre Schulten, director financiero, y Shailesh Jejurikar, jefe de operaciones, señalaron que los crecientes aranceles comerciales particularmente aquellos impuestos por Estados Unidos a productos importados desde China han afectado directamente la estrategia de negocio.

Para el año fiscal 2026, se estima un impacto de hasta 600 millones de dólares en pérdidas antes de impuestos solo por este concepto.

A esta presión externa se suman otros factores como la incertidumbre geopolítica global y el cambio en los hábitos de consumo. Por ello, P&G también planea abandonar categorías de productos de bajo rendimiento y mercados considerados no estratégicos. Ya ha dado pasos en ese sentido: la venta de marcas como Vidal Sassoon en China y su retirada de Argentina y Nigeria, son parte del rediseño global.

Además, la empresa aumentó recientemente los precios de ciertos productos para compensar los costos adicionales derivados de los aranceles.

Analistas como Christian Greiner, de F/m Investments, ven estos cambios como una “limpieza de primavera” que podría ayudar a P&G a enfocarse en lo más rentable, mientras que otros, como Michael Ashley Schulman, advierten que la compañía está entrando en una fase delicada.

Aunque cerca del 90% de lo que P&G vende en Estados Unidos se fabrica en territorio nacional, sigue dependiendo de importaciones clave desde Asia.

La empresa ya anticipa un cargo contable de hasta 1,600 millones de dólares por esta reestructuración, aunque asegura que una parte significativa no representará salida de efectivo.

El anuncio provocó una caída inmediata del 1% en las acciones de la compañía, reflejando la sensibilidad del mercado ante los desafíos económicos que enfrenta uno de los gigantes más emblemáticos del consumo masivo.