Las acciones de Tesla experimentaron una baja significativa de más del 14% al cierre del jueves, arrastrando a Wall Street a números rojos pese a señales de distensión comercial entre Estados Unidos y China.
La caída del fabricante de vehículos eléctricos eclipsó el progreso diplomático y aumentó la preocupación de los inversionistas por el clima económico incierto.
Caen 14% acciones de Tesla
El conflicto entre Elon Musk y Donald Trump se intensificó públicamente esta semana, tras las críticas del empresario hacia la reforma fiscal impulsada por el expresidente, que recorta incentivos para automóviles eléctricos.
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Trump, por su parte, sugirió que Musk actúa por resentimiento económico. Este intercambio hostil ha repercutido directamente en la confianza del mercado hacia Tesla, cuyo valor bursátil perdió aproximadamente 150 mil millones de dólares en solo unos días.
A pesar del fuerte descenso de la compañía, analistas como Mark Spiegel, de Stanphyl Capital, consideran que su impacto en el conjunto del mercado es limitado, y que los desafíos estructurales del entorno bursátil van más allá del caso Tesla.
El telón de fondo de esta jornada fue el aparente acercamiento entre Trump y el presidente chino Xi Jinping, quienes según comunicados oficiales acordaron visitas bilaterales. Esta señal positiva llega tras una disputa sobre minerales estratégicos que amenazaba con romper la tregua comercial.
Preocupación por desaceleración económica
No obstante, la presión inflacionaria vinculada a nuevas tarifas y los débiles datos del empleo privado avivaron la preocupación por una desaceleración económica. La Reserva Federal se mantiene cauta y se prevé que conserve intacta su política de tasas en la próxima reunión de junio, a la espera de indicadores más concluyentes.
El promedio industrial Dow Jones descendió 0.25%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq retrocedieron 0.53% y 0.83%, respectivamente. En este panorama volátil, el desplome de Tesla se convirtió en el reflejo más visible de las tensiones entre política, tecnología y mercado, sellando así una jornada en la que Tesla fue tanto síntoma como símbolo del nerviosismo de Wall Street.