Las multas migratorias en Estados Unidos alcanzarán nuevos niveles de severidad con una normativa federal que permite castigos económicos automáticos de hasta mil dólares por día a personas sin permiso de residencia.
La medida, anunciada por los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, entrará en vigor tras su publicación oficial este viernes en el Registro Federal.
Mil dólares diarios de multa
A diferencia del sistema previo, donde los individuos eran notificados con 30 días de anticipación antes de recibir una sanción, la nueva directriz elimina esa etapa de advertencia.
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Esto significa que los migrantes sin estatus regular podrían ser multados sin previo aviso desde el primer momento en que se les detecte dentro del país.
Las autoridades argumentan que la decisión busca fortalecer la aplicación de las leyes migratorias, reforzando la idea de que permanecer ilegalmente en el país debe acarrear consecuencias tangibles.
Las penalizaciones varían desde cien dólares por entrada no autorizada hasta diez mil por desacatar una orden judicial de salida voluntaria.
El monto más elevado, de mil dólares diarios, se impondrá a quienes ignoren una resolución de deportación definitiva.
Programa de sanciones fue suspendido por Biden
El programa de multas fue instaurado durante el primer mandato del expresidente Donald Trump, suspendido durante el periodo de Joe Biden, y reactivado en enero tras el regreso del republicano a la presidencia. Según Tricia McLaughlin, funcionaria del Departamento de Seguridad Nacional, estas acciones representan una estrategia “más eficiente y efectiva” de hacer valer el estado de derecho.
El gobierno también promueve el uso de la app CBP Home como vía para evitar las sanciones: quienes opten por autodeportarse voluntariamente a través de la plataforma quedarán exentos de pagar. Hasta mediados de junio, más de 10 mil notificaciones de sanción ya habían sido emitidas.
Esta renovada política de multas migratorias en Estados Unidos revela un endurecimiento sin precedentes en el enfoque hacia la migración irregular, con implicaciones directas para miles de personas que viven en la sombra del sistema legal estadounidense.