Cada temporada de lluvias, con la llegada de huracanes y cielos nublados por días, surge un problema común pero frustrante, la ropa húmeda que no se quiere secar, y que además huele mal.
Sin la ayuda del sol y con una humedad ambiental elevada, lograr que la ropa quede lista para usarse se convierte en todo un reto doméstico.
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Y es que no solo se trata de una molestia estética, mantener la ropa húmeda por mucho tiempo puede causar manchas, malos olores persistentes e incluso la formación de hongos.
Por eso, aquí van cinco trucos prácticos y caseros que pueden ayudarte a que la ropa se seque más rápido y huela mejor, aunque el clima no esté de tu lado.
Doble centrifugado
Al terminar el ciclo de lavado, activa un segundo ciclo de centrifugado. Puede parecer poco, pero esta acción extra elimina el exceso de agua que la tela aún retiene y facilita el secado, especialmente si no cuentas con secadora.
Ventilador o secadora de pelo
Aunque el calor ayuda, el aire en movimiento es aún mejor. Un ventilador dirigido directamente a la ropa colgada en un cuarto ventilado o, en su defecto, una secadora de cabello aplicada parte por parte, acelera el proceso de evaporación de la humedad.
Tendido estratégico
Evita colgar demasiadas prendas juntas. El aire necesita espacio para circular entre las telas. Además, dale la vuelta a la ropa cada cierto tiempo, la parte interna suele tardar más en secarse. Jeans, sudaderas o prendas gruesas deben colgarse separadas y bien extendidas.
Vinagre blanco para neutralizar olores
Durante el último enjuague, agrega media taza de vinagre blanco. Este truco casero elimina restos de detergente y ayuda a prevenir malos olores. Aunque el vinagre tiene un aroma fuerte al principio, desaparece por completo al secarse.
Sí, el congelador funciona
Cuando una prenda ya está casi seca pero conserva un mal olor, colócala en una bolsa hermética y déjala en el congelador por al menos 4 horas.
Las bajas temperaturas ayudan a eliminar bacterias causantes del mal olor sin dañar las fibras. Luego, deja que se descongele a temperatura ambiente.
Estos trucos no solo son fáciles de aplicar, también son económicos y efectivos. Así que la próxima vez que la lluvia amenace con arruinar tu outfit, ya tendrás cómo defenderte.