Los ojos del mundo están en El Vaticano, específicamente en la chimenea de la Plaza de San Pedro, la cual está por anunciar la llegada del nuevo Sumo Pontífice en el proceso del cónclave que inició este 7 de mayo.
Los 133 cardenales votantes se han encerrado en la Capilla Sixtina para realizar las votaciones para elegir al nuevo sumo pontífice. Al término del ejercicio de votación, las papeletas se queman y el resultado se visualiza en la chimenea; negro si no hay consenso, blanco si ya se ha elegido al sucesor.
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¿Cómo se logra el efecto del humo?
Muchos piensan que el efecto se logra mediante la combustión del carbón para obtener humo negro o papel para el color blanco, esto es falso pues se requiere de la combinación entre la química y tecnología.
El proceso de elección del nuevo papa tiene varias décadas de historia, la quema de papeletas produce un humo pero no es suficientemente intenso para ser visible en toda la Plaza de San Pedro por lo que el proceso se ha modernizado.
Proceso para obtención de humo
El humo negro se genera mediante la mezcla de perclorato de potasio, sulfato y antraceno, o naftaleno.
Para el humo blanco, se emplean compuestos como perclorato de potasio, lactosa y resina de pino, reforzados con humo pirotécnico blanco basado en lactosa.
Son dos estufas las encargadas de producir el humo; una de hierro fundido y otra eléctrica.
Al término de cada ronda de elecciones las autoridades del Vaticano introducen un cartucho pirotécnico con seis granadas de humo.
El cardenal que encabeza el proceso del Cónclave es el encargado de pulsar un botón que activa las bengalas lo que produce un humo tan intenso y visible que todos los presentes en la Plaza de San Pedro pueden observarlo.
El proceso de elección del nuevo papa continuará durante los próximos días y una vez que haya consenso se verá el humo blanco saliendo de la chimenea.