EL VATICANO

Cardenal que participa en el Cónclave vacía minibar de su cuarto de hotel creyendo que era gratis

El pelado protagonizó un malentendido en la Casa Santa Marta al consumir las bebidas por completo, creyendo erróneamente que era cortesía del Vaticano.... y que le llega 'el cuentón'

El sacerdote pensó que las bebidas eran de cortesía.
El sacerdote pensó que las bebidas eran de cortesía.Créditos: internet
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Un cardenal extranjero protagoniza un malentendido en la Casa Santa Marta al consumir el minibar completo, creyendo erróneamente que era cortesía del Vaticano. La anécdota genera risas entre los presentes del solemne cónclave papal.

En pleno ambiente de recogimiento y solemnidad que caracteriza al cónclave vaticano, una escena insólita ha captado la atención de los pasillos silenciosos de la Casa Santa Marta: uno de los cardenales asistentes, procedente del extranjero, consumió el contenido completo del minibar de su habitación bajo la suposición de que los refrigerios eran gratuitos.

Cardenal vacía minibar de hotel

La sorpresa llegó cuando, al revisar su cuenta al día siguiente, encontró un cargo detallado por cada botellita de licor consumida.

El episodio fue relatado discretamente por el arzobispo emérito Anselmo Guido Pecorari, quien, sin revelar la identidad del protagonista, ofreció detalles a la prensa italiana.

Según su testimonio, la confusión ocurrió después de una cena privada, cuando un grupo de cardenales decidió continuar la velada en la habitación de uno de ellos. En cuestión de minutos, las pequeñas botellas desaparecieron entre risas y brindis.

El equívoco, más que generar un escándalo, provocó sorpresa y algo de vergüenza entre los asistentes al descubrir que la hospitalidad vaticana no cubre el minibar. “Pensó que todo estaba incluido, como si fuera una cortesía espiritual”, bromeó el arzobispo entre carcajadas.

Desliz de humanos

La Casa Santa Marta, conocida por su sobriedad y aislamiento durante los días del cónclave, no deja margen para distracciones, pero al parecer sí para malentendidos terrenales.

En medio de este proceso milenario, donde cada gesto y cada voto se rodean de secreto y ritualidad, no deja de haber espacio para pequeños deslices 'muy humanos'.