El fallecimiento del papa Francisco, el pasado 21 de abril, marcó el fin de una era para la Iglesia Católica. Con 87 años, el pontífice argentino había sido una figura clave en la modernización del Vaticano, abogando por una Iglesia más inclusiva, cercana a los pobres y abierta al diálogo interreligioso.
Ahora, tras más de una década de papado, el mundo católico se encamina hacia un nuevo capítulo: el cónclave que elegirá a su sucesor, el próximo 7 de mayo.
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¿Quién podría liderar esa nueva etapa?
Entre los 133 cardenales electores, destaca una figura joven, poco conocida, pero cada vez más influyente: Mykola Bychok, australiano-ucraniano de 45 años, quien se convierte en el más joven del cónclave. Nacido en Ternopil, Ucrania, y formado en la Congregación del Santísimo Redentor, Bychok fue ordenado sacerdote en 2005.
Su trayectoria incluye misiones en Rusia, servicio parroquial en Ucrania y Estados Unidos, y desde 2020 es obispo eparquial de los Santos Pedro y Pablo en Melbourne, atendiendo a la diáspora ucraniana en Oceanía.
Una voz firme contra la guerra y un rostro cercano a los jóvenes
Nombrado cardenal por el papa Francisco en diciembre de 2024, Bychok ha utilizado su plataforma para alzar la voz contra la invasión rusa en su país natal, calificando el conflicto como un "genocidio". Pero también se ha hecho notar por su cercanía con los jóvenes, su uso activo de redes sociales y su enfoque pastoral accesible.
Quiero ser un cardenal sin eminencias, flexible, santo y accesible
¿Un futuro papa millennial?
Bychok comparte protagonismo con otros dos “papables” jóvenes: el italiano Giorgio Marengo (50 años) y el portugués Américo Aguiar (51), lo que sugiere que la Iglesia podría estar lista para un liderazgo generacionalmente renovado. Si bien su juventud podría jugar en su contra, también lo posiciona como un símbolo del cambio.
Mientras tanto, cardenales de 71 países se reunirán en la Capilla Sixtina, con Italia, Estados Unidos y Brasil como las delegaciones más numerosas.
La lista definitiva de electores se redujo a 133 tras la ausencia de tres cardenales, entre ellos el español Antonio Cañizares y el italiano Angelo Becciu, envuelto en escándalos de corrupción.
El mundo observa con atención. Porque, como lo dijo Bychok en su último mensaje en redes: “Que el Espíritu Santo nos guíe para elegir a un candidato digno”. Uno que podría cambiar el rumbo de la Iglesia para una nueva generación.