BANCARROTA

Adiós a famosa cadena de supermercados; cerrará todas sus tiendas y habrá despidos masivos

Este caso refleja la difícil situación que atraviesan las cadenas regionales frente al avance del comercio electrónico y la concentración del mercado

Escrito en GLOBAL el

El panorama de la distribución alimentaria en España continúa reconfigurándose, y esta vez, el cambio tiene sabor a despedida. La cadena de supermercados El Arco, emblemática en el norte del país, ha anunciado el cierre definitivo de sus últimas 30 tiendas en Asturias, lo que implicará el despido de cerca de 100 empleados. Con esta decisión, se pone fin a más de tres décadas de historia comercial en la región.

Fundada con una visión de cercanía y servicio local, El Arco llegó a contar con más de 600 establecimientos repartidos por el norte de España. Fue una referencia del pequeño comercio, sobre todo en comunidades como Galicia, Cantabria, Castilla y León y, especialmente, Asturias.

Su modelo se basaba en la proximidad, el trato personalizado y la presencia en barrios y pueblos donde las grandes cadenas aún no llegaban.

Pero los tiempos cambiaron. Las nuevas dinámicas de consumo, el auge del comercio electrónico, el dominio de grandes operadores como Mercadona o Carrefour, y las crecientes dificultades logísticas, golpearon duramente a El Arco. En los últimos años, la cadena fue perdiendo terreno y acumulando pérdidas. La situación se agravó cuando proveedores clave dejaron de surtir mercancía, dejando los estantes vacíos y sin posibilidad de recuperación.

Los trabajadores, la mayoría con contratos indefinidos y hasta 20 años de antigüedad, han sido acogidos temporalmente en un ERTE, pero el panorama es sombrío: a fin de mes pasarán al desempleo definitivo.

Los sindicatos ya han manifestado su preocupación por la precariedad en la que quedan decenas de familias, y por el efecto social que tendrá el cierre, sobre todo en zonas donde estas tiendas eran el único punto de abastecimiento cercano.

El impacto no se limita al empleo. Las asociaciones vecinales alertan de un posible vaciamiento urbano, ya que muchos de estos locales quedarían abandonados, afectando el tejido social y comercial de los barrios.

España vive una transformación profunda en su modelo de consumo, donde la concentración empresarial, las marcas blancas y el canal online están desplazando a las cadenas regionales. El futuro parece apuntar hacia menos actores con más poder y menos espacio para los supermercados de cercanía.