Los árboles no solo embellecen nuestro entorno, también purifican el aire, regulan la temperatura y son clave para mantener suelos fértiles. En casa, tener uno puede marcar la diferencia entre un patio ardiente y un oasis fresco. Sin embargo, muchas personas dudan antes de plantar uno por el temor a que sus raíces levanten la banqueta o a que no sobreviva en climas áridos.
Y es que no todos los árboles son aptos para zonas urbanas. Algunos necesitan mucha agua, otros crecen demasiado y pueden dañar estructuras. Por eso, elegir bien es fundamental.
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El árbol ideal para casa: resistente, generoso y orgullosamente mexicano
El encino quiebra hacha (Quercus rugosa) es una de las mejores opciones para plantar en casa. Se trata de un árbol originario de México, que habita en regiones templadas y subhúmedas, principalmente en la Sierra Madre Occidental y el centro del país.
Este árbol puede alcanzar entre 3 y 8 metros de altura, aunque en condiciones óptimas puede crecer hasta 30 metros, tiene una copa redonda y amplia que brinda sombra generosa, y es notablemente resistente a la sequía, lo que lo hace ideal para zonas con poca lluvia o altas temperaturas.
¿Cómo reconocerlo?
Sus hojas son elíptico-obovadas, con una textura rígida al madurar y un envés cóncavo muy característico. Su corteza es gruesa, oscura y con profundas fisuras que forman escamas.
Además, produce pequeñas bellotas ovoides entre octubre y enero.
Más allá de su función ornamental, el encino quiebra hacha tiene usos prácticos. Su madera es ideal para leña o producción de carbón vegetal, y al ser una especie nativa, contribuye a conservar la biodiversidad local.