El Papa Francisco I ha recibido el último adiós de las 250 mil personas que asistieron a su velorio en la llamada 'capilla ardiente' y, que fue abierta el miércoles pasado al público en general.
De acuerdo con los informativos, la asistencia superó por 55 mil visitantes a su predecesor, Benedicto XVI. Una vez cerradas las puertas, se realizó en privado el rito de cierre del ataúd, el cual presentaba un sencillo mensaje: "Fue un pastor simple y muy amado".
A petición del Santo Padre, sus restos fueron colocados sin el adorno pontificial conocido como catafalco; una especie de base ornamentada que se coloca debajo del ataúd; en su caso, el sencillo cajón de madera fue colocado al nivel del suelo con los restos del Papa, quien se le podía ver vestido con una casulla roja, con la mitra blanca en la cabeza y un rosario en sus manos.
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Fue un pastor simple y muy amado
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De entre la multitud de turistas y visitantes también asistieron personalidades relevantes como el presidente Milei de Argentina y el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump acompañado de Melania; las procesiones para despedirse del que fuera el primer Papa latinoamericano, no cesaron hasta muy entrada la madrugada.
Se le llama capilla ardiente al velatorio en el que se rinde un homenaje de despedida a un personaje de la realeza; en este caso, los Papas son los 'príncipes de la Iglesia Católica' y el término se deriva por las velas están encendidas día y noche, mientras dura abierto el ataúd.
Las puertas se cerraron tras el último visitante la noche del viernes 25 y, se procedió a realizar el sellado del ataúd. El arzobispo Diego Ravelli colocó una tela de seda sobre el rostro papal, mientras el Cardenal Camerlengo Farrell rociaba agua bendita; también colocaron dentro del cofre, unas monedas y medallas que se emitieron durante su pontificado.
El Cardenal Camerlengo Kevin Farrell precedió la ceremonia con la lectura de la vida de Jorge Bergoglio y sus principales acciones como Líder de la Iglesia Católica, aseguró que Francisco I permanecerá en los corazones de de la Iglesia y de su gente.
Una vez concluida la ceremonia, se realizó el sellado de ambos ataúdes, el de zinc y el de madera; también se imprimieron los sellos del Cardenal Camarlengo, la Casa Papal, las Celebraciones Litúrgicas y el Capítulo del Vaticano.
Se espera trasladar los restos del Papa el sábado por la noche para sepultarlo en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma.
Algunos visitantes comentaron que le lloraron mucho, una abuelita colombiana que vive en Italia declaró "La verdad es que lo lloré mucho, era mi viejito hermoso, era nuestro Papa, el Papa de los migrantes".
Los medios confirman que fue un pastor muy popular y sencillo que viajaba igual que todos, en el metro y el autobús; vivía en un departamento pequeño, donde se preparaba su comida y se declaraba una persona como cualquier otra.
Por el momento, el Vaticano no ha informado la fecha del cónclave; los cardenales que votarán por el próximo Líder de la comunidad católica, fueron elegidos en su mayoría por el difunto Papa.