En plena temporada navideña, cuando los pedidos en línea se multiplican y el celular se convierte en una extensión del seguimiento de compras, una estafa vuelve a circular con fuerza: el falso aviso de “paquete retenido”. No es nueva, pero sí efectiva. Y cada diciembre encuentra el escenario ideal para cobrar víctimas.
El mecanismo es simple y aprovecha una situación cotidiana: llega un SMS, supuestamente enviado por una empresa de mensajería reconocida, en el que se informa que la entrega fue suspendida por un error en la dirección. El mensaje pide verificar datos “lo antes posible” y contiene un enlace que aparenta ser oficial.
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El texto suele ser casi idéntico: alerta sobre la falta del número de casa o un problema en el domicilio y dirige a una página que simula pertenecer a la paquetería, en muchos casos, incluso incluye logotipos, colores corporativos y un diseño cuidado que busca generar confianza inmediata.
Ahí es donde se consuma el fraude, la página solicita datos personales como nombre, apellidos, correo electrónico, teléfono y dirección, esa información no se usa para entregar ningún paquete, sino para alimentar bases de datos, revender información o incluso dar de alta a la víctima en servicios de pago sin su consentimiento.
El engaño funciona porque coincide con la realidad de millones de personas que esperan pedidos de plataformas como Amazon u otras tiendas en línea. Los errores de entrega existen y el aviso resulta verosímil, sobre todo cuando llega en un contexto de compras recientes y envíos constantes.
Se trata de una estafa recurrente que lleva años reapareciendo en fechas clave como Navidad, Black Friday o periodos de rebajas, los patrones se repiten, aunque el mensaje se adapte al momento. Incluso las empresas de mensajería han advertido en distintas ocasiones sobre el uso fraudulento de su marca y han reiterado que no solicitan datos personales ni pagos mediante enlaces enviados por SMS.
Existen señales claras para detectar el engaño: las faltas de ortografía, el tono urgente, la amenaza de suspender la entrega o las URLs sospechosas son alertas comunes.
Otra variante frecuente es el correo electrónico que avisa de un supuesto pago pendiente de impuestos aduaneros por una cantidad mínima, el mensaje presiona para pagar de inmediato y dirige a sitios maliciosos diseñados para capturar información financiera.
Si llega un mensaje de este tipo, la recomendación es clara: no abrir enlaces, no proporcionar datos y eliminarlo, en caso de haber ingresado información, se debe cambiar contraseñas, revisar movimientos bancarios y contactar a la institución financiera correspondiente. También es aconsejable denunciar el intento de fraude.