Henry Osorio, un querido maestro de educación física que murió por una enfermedad pulmonar, fue velado sentado en una silla, en lo que fue su última voluntad.
El profesor, quien presentía que su muerte se acercaba, expresó a sus conocidos en Perú el deseo de tener un velorio especial junto a sus seres queridos.
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"Él quería algo diferente", comentó uno de sus amigos, describiendo a Osorio como una persona llena de energía y muy culta. Durante sus últimos meses de vida atravesó por fuertes problemas de salud y personales, llegando incluso a vivir en la calle.
"En la vejez le ganó el alcoholismo, y ha estado deambulando en la vía pública", mencionó uno de los asistentes a su funeral, quien compartió la calle con Henry.
Una infección fue la encargada de terminar con la vida de Osorio, a pesar de llegar al hospital aún con vida. Los doctores que lo atendieron ya no pudieron hacer nada
Sus familiares no estaban al tanto de su situación de calle ni de su muerte, siendo sus amigos los que se movieron para darle una despedida digna.
Su último deseo
Para cumplir con la inusual petición del difunto, la de ser velado sentado en una silla, llamaron a un agente funerario que tenía experiencia en esos temas.
"Hay que realizar un embalsamamiento, hacer la desinfección del cuerpo antes y después. En vez de colocarlo en el ataúd, lo hemos sentado en una silla, que fue su decisión", explicó.
Osorio pidió que lo velaran de esa forma por una tradición centroamericana, la cual representa una manera especial de despedir al difunto y sus deseos póstumos.