Frida Kahlo rompió este martes un récord histórico en el mercado del arte. Su obra “El sueño (La cama)” fue subastada en 54.6 millones de dólares, convirtiéndose en la pintura más cara realizada por una mujer y en la pieza latinoamericana más valiosa jamás vendida en una subasta.
La venta se llevó a cabo en la casa de subastas Sotheby’s de Nueva York, donde la pieza, resguardada hasta ahora por un coleccionista privado, superó sin dificultad el rango estimado de entre 40 y 60 millones de dólares, mientras trascendió que laidentidad del comprador permanece sin revelarse.
Te podría interesar
- SUbasta de arte
Prevén que 'El sueño (La cama)', de Frida Kahlo, rompa récord millonario en subasta de Sotheby’s
- Culturas Prehispánicas
Xoloitzcuintle: el perro guía espiritual que adoraban los mayas y Frida Kahlo; ¿cuánto cuesta en 2025?
- Museos
Visitar la casa de Frida Kahlo requerirá hacer este trámite con semanas de anticipación
La puja inició en 22 millones de dólares y avanzó primero de manera acelerada, con incrementos de dos millones, hasta alcanzar los 40 millones. A partir de ahí, la tensión se apoderó de la sala: las ofertas subían de un millón en un millón, entre silencios prolongados y miradas cautelosas entre los postores, por lo que tras varios minutos de competencia cerrada, la cifra final quedó sellada en 54.6 millones.
Con este monto, Frida Kahlo desplazó su propio récord, luego de que en 2021, el empresario argentino Eduardo Costantini pagó 34.9 millones de dólares por “Diego y yo”, una cifra que en su momento transformó el panorama del arte latinoamericano.
Pintada en 1940, “El sueño (La cama)” forma parte de los autorretratos más íntimos y simbólicos de Kahlo. La artista aparece recostada en una cama de estilo colonial, envuelta en una manta, mientras sobre ella flota un esqueleto de tamaño natural cargado con dinamita y portando un ramo de flores.
La obra fue creada durante un periodo particularmente complejo para la pintora, marcado por el dolor físico derivado de la poliomielitis y de las secuelas del grave accidente de autobús que sufrió en 1925. Ese contraste entre vulnerabilidad, muerte latente y belleza ritual es uno de los elementos que más ha fascinado a coleccionistas y expertos.
La subasta de este jueves no solo consolidó la posición de Kahlo en el mercado global, sino que también reafirmó el creciente interés internacional por el arte latinoamericano y por las narrativas autobiográficas que caracterizan su obra.
