La comunidad de Gran Mánchester en Inglaterra, se encuentra consternada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Charlotte Leader, una joven de 23 años cuyo fallecimiento permaneció desconocido durante más de un año. Las autoridades describieron el caso como “profundamente triste y desconcertante”, y ha desatado un debate sobre la soledad, la salud mental y la interacción con la tecnología en la vida cotidiana.
El cuerpo de Charlotte fue encontrado en avanzado estado de descomposición, al punto de que el forense Stephen Teasdale lo describió como “momificado”. La alerta se generó cuando el personal de la empresa administradora de la vivienda no pudo ingresar al apartamento para realizar inspecciones de servicios públicos.
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Entre los hallazgos, se encontraron alimentos en el refrigerador con fechas de caducidad que se remontaban a julio de 2024, lo que permitió estimar que la joven habría muerto más de un año antes de ser descubierta.
A pesar de las investigaciones, el doctor Coates, encargado de determinar la causa del deceso, no logró precisar cómo ocurrió la muerte. Se sabe que Charlotte había enfrentado trastornos alimentarios, que, según los expertos, pueden llevar a un peso peligrosamente bajo. El caso fue cerrado con una conclusión abierta, sin responsabilizar a nadie ni señalar una causa específica.
Uno de los aspectos más inquietantes
Los investigadores encontraron que una de las últimas conversaciones de Charlotte fue con ChatGPT, un modelo de inteligencia artificial. En uno de los mensajes, Charlotte escribió: "Ayúdame, fui y conseguí comida otra vez”, a lo que la IA respondió: “Pareces sentirte en conflicto por tener comida”.
Charlotte replicó: “Es comida que no quería y eso es frustrante”. Este hallazgo evidencia cómo la joven buscaba apoyo emocional en herramientas digitales, reflejando la creciente dependencia tecnológica en momentos de vulnerabilidad.
La madre de Charlotte, Chantay Simm, declaró que perdió contacto con su hija en septiembre de 2021, y que los intentos de localizarla fueron infructuosos. Vecinos señalaron que rara vez la veían salir de su apartamento, mostrando un aislamiento progresivo. La inspectora Quinn afirmó que durante la revisión del domicilio no se hallaron indicios de suicidio ni de conductas autodestructivas deliberadas, lo que añade un matiz de misterio al caso.
Expertos en salud mental enfatizan la importancia de fortalecer los sistemas de detección y acompañamiento para personas que viven solas, especialmente jóvenes que enfrentan problemas de salud mental o alimentaria.
