El sismo registrado en Turquía y Siria no deja de ocasionar tragedias, pues además de que se contabilizan decenas de miles de muertos, miles de heridos y edificios derrumbados, también ha causado una enorme grieta de alrededor de 200 metros de ancho y 30 metros de profundidad.
Esta fractura fue detectada en la provincia de Hatay, en un campo de olivos de la aldea Tepehan.
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Según relataron habitantes de este sector, durante el temblor se escuchó una fuerte explosión y se vio cómo de este campo emanaba una luz verde.
Uno de los vecinos, declaró a un medio:
Con el pánico inicial, nadie sabía si podíamos salir de casa o si íbamos a sobrevivir. Perdimos la esperanza. En la mañana, cuando vimos lo que pasó aquí, supusimos que esto debía ser el epicentro
Una vez que terminó el movimiento telúrico, observaron cómo el campo quedó dividido en dos por la enorme grieta.
Este gran hundimiento se extiende por grandes partes del terreno hasta casi alcanzar la ciudad de Tevekkeli, en la provincia de Kahramanmaras, al sur de Turquía.
Esta enorme grieta que se formó cerca del pueblo de Tepehan hizo que se formaran islas de tierra marrón grisácea y árboles al borde de nuevos precipicios, según se puede ver en las imágenes captadas por un dron.
Además de este gran hundimiento, la empresa estadounidense Maxar Technologies logró captar imágenes desde un satélite, donde se ve la ruptura de la línea de falla muy similar, en la superficie terrestre de Nurgadi, Turquía, cerca del epicentro donde ocurrieron los sismos del pasado lunes.