Lo que comenzó como una idea de conexión estratégica, hoy está más cerca de convertirse en realidad: Tamaulipas contará con el cuarto túnel más largo de México, como parte de la autopista Mante-Ocampo-Tula, una megaobra que presenta un avance superior al 81% y que tendrá una inversión final estimada en 8 mil millones de pesos.
Con una extensión de 1.8 kilómetros, el nuevo túnel permitirá conectar de forma más ágil y segura la región noreste con el Bajío Occidental, beneficiando a estados como Aguascalientes, San Luis Potosí y Guanajuato, además de reducir significativamente los tiempos de traslado para transporte de carga y vehículos particulares.
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Un túnel histórico para Tamaulipas
Este túnel se une a la lista de los más imponentes del país, solo detrás de megaobras como:
- Macrotúnel de Acapulco (3.2 km)
- Túnel El Sinaloense (2.8 km)
- Túnel de Ogarrio (2.3 km)
Este último, ubicado en San Luis Potosí, da acceso al Pueblo Mágico Real de Catorce, y data de 1901. Su nombre rinde homenaje a la familia fundadora proveniente de Ogarrio, España.
El proyecto de Tamaulipas también evoca la infraestructura subterránea de Guanajuato, célebre por su red de túneles como El Pípila, El Minero y La Galereña, íconos del urbanismo y la movilidad en esa capital.
Entre los colosos del mundo
Aunque el túnel de Tamaulipas es una proeza a nivel nacional, aún queda lejos de los gigantes globales como el Túnel de Lærdal en Noruega, que con 24.5 kilómetros lidera el ranking mundial, seguido por:
- Túnel de Yamate (Tokio, Japón – 18.2 km)
- Túnel Zhongnanshan (Shaanxi, China – 16.9 km)
Las autoridades estatales han recalcado que esta obra no solo responde a una necesidad de conectividad, sino también al compromiso de ofrecer mejor infraestructura vial, fomentar el turismo y estimular el desarrollo económico regional.