En la década de 1980, se construyó un centro comercial subterráneo llamado La Gran Plaza, ubicado debajo de la Macroplaza, entre las calles Padre Mier, Zaragoza y Zuazua en Monterrey, Nuevo León.
Este espacio albergaba tiendas de ropa, joyerías, restaurantes y locales de entretenimiento como salas de videojuegos y tiendas de bromas. Su diseño destacaba por un techo de espejos que reflejaba la luz, creando un ambiente único para los visitantes.
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Sin embargo, con la aparición de nuevos centros comerciales más modernos y climatizados en otras zonas de Monterrey, La Gran Plaza fue perdiendo afluencia. Para finales de los años 90, la mayoría de los locales habían cerrado, dejando el espacio en abandono.
En 2023, el municipio de Monterrey anunció planes para reactivar este espacio subterráneo, cediéndolo en comodato para reubicar a comerciantes del centro de la ciudad y mantener la Macroplaza como un espacio ordenado.
Leyendas de túneles secretos
Más allá de La Gran Plaza, existen relatos sobre la existencia de túneles secretos que conectarían la Macroplaza con otros puntos históricos de la ciudad, como el Obispado. Estas leyendas sugieren que dichos túneles fueron construidos durante la invasión estadounidense de 1846 para transportar soldados y municiones de manera discreta.
Aunque no existen registros oficiales o planos que confirmen la existencia de estos túneles, algunos testimonios sostienen haber encontrado estructuras subterráneas durante remodelaciones en el centro de Monterrey.
Por ejemplo, durante la construcción de la Macroplaza en los años 80, se descubrieron restos de antiguas edificaciones y posibles pasajes subterráneos, aunque muchos fueron destruidos o sellados sin una investigación profunda.
Además, se ha documentado la existencia de antiguas acequias que recorrían la ciudad y que, con el tiempo, fueron cubiertas por el crecimiento urbano. Estas estructuras podrían haber sido confundidas con túneles secretos, alimentando las leyendas locales.
Un legado bajo tierra
La Macroplaza no solo es un símbolo de la modernidad de Monterrey, sino también un testimonio de su historia, tanto documentada como legendaria.
Los espacios subterráneos, desde el olvidado centro comercial La Gran Plaza hasta los supuestos túneles secretos, representan una parte fascinante del patrimonio urbano que invita a la exploración y al redescubrimiento.
Mientras algunos de estos espacios están siendo reactivados para nuevos usos, otros permanecen en el misterio, esperando ser descubiertos y comprendidos en el contexto de la rica historia de la ciudad.