La disputa legal entre la cantante Paulina Rubio y Nicolás Vallejo-Nágera, conocido como Colate, por la custodia de su hijo Andrea Nicolás, ha tomado un giro inesperado y preocupante esta semana. El joven, quien viajó solo desde Miami a España para asistir a un campamento de verano, fue retenido en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en una situación que medios describen como "verdaderamente tensa".
Durante la emisión del programa "Ventaneando", la periodista Rosario Murrieta explicó que, a pesar de existir un acuerdo judicial que autorizaba el viaje, las autoridades aeroportuarias españolas detuvieron al adolescente para verificar sus datos, identidad y el motivo de su viaje.
La incertidumbre sobre su nacionalidad y la autorización para viajar solo provocaron que el menor fuera retenido mientras se comprobaban todos los documentos necesarios. Se desconoce si Andrea Nicolás logró finalmente llegar a su destino.
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Este incidente es solo un capítulo más en una larga y complicada batalla legal que enfrenta a sus padres. En julio pasado, Paulina Rubio acusó públicamente que Colate mantenía retenido a su hijo desde junio, alegando violaciones a los acuerdos establecidos y manipulación emocional del menor. La cantante describió la situación de su hijo como “el peor momento de su vida”.
Por su parte, Colate se defendió afirmando que su decisión de cuidar a Andrea Nicolás respondía a supuestos episodios de maltrato por parte de Paulina, y que su retención era una medida para proteger al menor. En 2024, la justicia española ordenó que el joven regresara a Miami con su madre, sin embargo, esta decisión fue ignorada, y la restitución del menor requirió intervención policial.
Más recientemente, un tribunal en Florida concedió a Colate la custodia temporal del niño y autorizó su viaje a España durante el verano, aunque estableció que todos los traslados deben contar con la presencia de Paulina Rubio.
Además, el tribunal ordenó terapia familiar para abordar el impacto emocional que esta situación ha causado en Andrea Nicolás.
Este conflicto, que ha acaparado la atención mediática, refleja las complejidades de una batalla legal en la que un menor queda atrapado entre disputas que afectan su bienestar y desarrollo emocional, mientras ambos padres buscan proteger lo que consideran mejor para él.