Paulina Rubio, ícono del pop latino y figura constante en los escenarios internacionales, enfrenta un capítulo difícil lejos de la música. La cantante mexicana ha sido señalada en Estados Unidos por presuntamente agredir físicamente a su hijo mayor, Nicolás, fruto de su relación con el empresario español Nicolás Vallejo-Nágera, mejor conocido como "Colate".
El incidente, que habría ocurrido justo antes de una sesión fotográfica para una revista, fue reportado por el abogado de Colate, Daniel Kent, quien aseguró que el menor fue víctima de un acto preocupante dentro de su propio hogar.
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La situación llevó a que las autoridades judiciales de Miami intervinieran de forma inmediata.
Aunque hasta ahora no se han presentado cargos penales en contra de la artista, la Corte determinó que existe un entorno familiar que requiere atención profesional urgente. Como medida preventiva, se ordenó terapia familiar obligatoria para las partes involucradas.
La decisión fue tomada durante una audiencia virtual, donde tanto Rubio como Vallejo-Nágera recibieron un plazo de 48 horas para seleccionar terapeutas certificados.
Esta medida busca proteger el bienestar del menor mientras las autoridades continúan investigando los hechos.
El caso, aún bajo revisión judicial, ha generado controversia en los medios y redes sociales. Mientras algunos piden cautela ante la falta de pruebas concluyentes, otros exigen respuestas ante una situación que pone en el centro la integridad de un menor.
Paulina Rubio no ha hecho declaraciones públicas hasta el momento. Lo cierto es que, más allá de los escenarios y los reflectores, enfrenta una de las pruebas más difíciles de su vida personal y legal.