El famoso actor mexicano Diego Luna, recientemente catapultado a la mirada internacional constante por su papel protagónico en Andor, una serie de televisión dentro del mundo de Star Wars, fue invitado para conducir durante una semana, el popular show nocturno de televisión de Jimmy Kimmel.
Aprovechando el escenario, Luna se confesó con su audiencia y compartió un poderoso mensaje sobre la situación de las políticas migratorias de Trump.
En este discurso, hace un recuento de su vida en Los Ángeles, lo mucho que ha recibido de la comunidad y la esperanza de que este sentido de unidad no se pierda ante la división causada por el presidente de los Estados Unidos en su actual persecución de inmigrantes.
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El actor de 45 años realizó un monólogo de casi 10 minutos en donde expresó una opinión fresca, sincera y muy directa sobre las acciones de Trump en California durante las redadas realizadas a principios de este mes.
A pesar de lo controversial y delicado del tema político que manejó en su discurso, Luna mantuvo cautivada a la audiencia por su toque de humor y un sentido de nostalgia, en el que compartió sus vivencias en la capital del estado y el espíritu comunitario que por décadas ha sido la imagen que la Unión Americana ha mostrado al mundo.
"El inglés no es mi primer idioma, así que espero ustedes me ayuden cuando yo sea... ¿cuál es la palabra? ¡ah, sí!, deportado", así abrió Diego su discurso durante una de sus noches como conductor invitado en el programa Jimmy Kimmel, Live!, el pasado lunes.
No es poca cosa que un mexicano conduzca un show tan importante
En un tono sarcástico, pero al mismo tiempo, empático, declara "lo inteligente" que fue Kimmel por dejar en sus manos el programa, justo después de que el líder del ejecutivo nacional "se volviera loco" y "decidiera lanzar bombas", haciendo referencia a las violentas redadas de ICE en California, días antes de su presentación en el show.
"Gracias, ¿eh! Jimmy?, espero que te vaya bien en la pesca", expresó Luna con una nota sarcástica, logrando hacer reír al publico y creando el ambiente propicio para compartir su punto de vista sobre las decisiones políticas del Gobierno Federal.
Eventualmente, con un tono más serio, puntualiza que su intención es hablar de las políticas autoritarias de Donald Trump en relación a los temas de inmigración.
Tajante, señaló la importancia que representaba en un momento tan oscuro para los inmigrantes de EU, que un mexicano estuviera conduciendo un programa de televisión tan importante como el de Kimmel, "es algo grande y realmente espero no arruinarlo", añadió.
Tras compartir fragmentos de su vida en Los Ángeles durante la década de sus años juveniles y las razones por las que ama a la ciudad y sus habitantes, el histrión expresó su elevada opinión sobre los norteamericanos, pero en especial sobre "los angelinos", esto es, los habitantes de Los Ángeles, en California.
Tengo un hijo angelino... y siempre estaré agradecido a Los Ángeles por ello
En una forma directa, pero sin crudeza, explicó que todo inmigrante que ha dejado atrás su tierra, no lo ha hecho por gusto ni por diversión, sino por supervivencia: "no es natural... a menos que hay algo muy malo en el lugar de donde vienes; nadie deja su lugar de origen", agregó el mexicano.
Esta idea dejó a la audiencia en un breve y significativo silencio, pues sus palabras parecían dar en el clavo de la realidad del migrante que no todos conocen de cerca.
Un movimiento de ese tamaño no es natural, a menos que haya algo muy malo del lugar donde vienes. Nadie deja su lugar de origen
También compartió los trabajos clave que han hecho de los inmigrantes, los constructores ocultos de una ciudad tan importante. Enfatizó que "los inmigrantes han construido esta ciudad; ellos son los que dan clases, los comerciantes, los cocineros... son técnicos, atletas, taxistas, agricultores".
Un dato significativo fue cuando señaló que, gracias a las contribuciones de impuestos, en Estados Unidos se han recaudado más de 96 mil millones de dólares y acusa abiertamente a las autoridades de no reconocer públicamente esta información.
Con o sin papeles, los inmigrantes pagan sus impuestos
Diego rechazó la política del presidente con claridad, pues expresó que no concebía cómo un discurso de odio puede hacer raíces en una comunidad cuya naturaleza primaria es la empatía y los brazos abiertos.
Les recuerda que las mentiras que circulan sobre los inmigrantes pueden ser rebatidas con las historias de la vida diaria, donde los angelinos son partícipes de ello. Señaló que la política nacional actual trae una violencia y un terror que "no están bien".
Invitó a la gente a participar activamente para otorgar a esta comunidad migrante el reconocimiento que merecen: "un camino hacia la certeza legal".
Al final, compartió el nombre de dos organizaciones dedicadas a esta causa: Public counsel y Kids in need of defense. "Investiguen sobre estas organizaciones y ayuden", con este poderoso mensaje y una petición urgente Lunca cerró su discurso mientras la gente estallaba en aplausos.