CIENCIA

¿Por qué las bebidas frías saben mucho mejor?, esto dice un estudio de la Universidad de Yale

Todos saben que un refresco o cerveza, al calentarse, simplemente no vale la pena tomárselo; pero, apenas en estos últimos años la ciencia logró descubrir la causa

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En épocas de mucho calor o después de hacer ejercicio, siempre se antoja una bebida con hielo. Es más, esta es la imagen que más éxito tienen las empresas que se dedican a la venta de bebidas.

Sin embargo, seguro te ha pasado que la cerveza o el refresco frío después de un rato, 'se caliente', esto es, pasa a temperatura ambiente; entonces, no suele gustar tanto; es más, seguramente no la tiras o buscas agregarle hielo.

Bebidas frías, ¿son mejores?: la ciencia detrás de esta pregunta

Resulta que estudiosos en Yale analizaron qué sucede con el cerebro humano cuando la lengua se enfría y, después prueba una bebida o un alimento con una temperatura diferente. En sus hallazgos, notaron que la temperatura suele interpretarse por el cerebro como un 'sabor' más.

Esto se debe a 2 cosas importantes: primero, los receptores que existen en la lengua, que son como 'una puerta de entrada' para los sabores y las temperaturas; segundo, el sistema nervioso del cuerpo que reaccionará según las indicaciones del cerebro. La simple acción de ingerir un líquido fresco estimula inmediatamente al cuerpo y produce una sensación de bienestar que se sumará también al contexto social y cultural en que la persona se encuentre.

Hay un nuevo "sabor" en el pueblo, dice esta reconocida universidad; gracias a que la lengua y el cerebro unen sus fuerzas, el llamado sabor térmico entra en acción según la temperatura de tus alimentos

Los especialistas de la reconocida universidad señalan que hay puntos diferentes de sensibilidad en la lengua y al ingerir una bebidas, los receptores que se utilizan más son los centrales de la lengua y los que se encuentran al fondo de la boca.  Aún así, cada persona es distinta y no todas las personas tienen las mismas reacciones; mientras unas reaccionan más al dulce, otros son más sensibles a lo salado; especifican que estos últimos son casos muy raros.

Del frío al... ¿agrio?: un accidente que lleva a un descubrimiento

Uno de los investigadores junior del equipo de Yale se dio cuenta en las pruebas realizadas por él mismo que, cuando la lengua se enfría y después se atempera (calentarla de nuevo), genera un sabor agrio en el gusto. 

También, con las bebidas frías los sabores dulces se sienten menos y, las bebidas calientes (como el café) suelen amplificarlas; además, los químicos y otros sabores añadidos en los alimentos, suelen cambiar la señal del cerebro y por tanto, la reacción corporal que se tiene al comer o beber en distintas tempraturas.

Por eso, cuando una bebida ha perdido su frescura, 'sabe raro' y, suele deshecharse o cambiarse por una más fría.

No es la primera vez que Yale realiza un estudio en temas similares. En el 2008, publicaron un análisis en el que se identificó que las personas relacionan las bebidas calientes con el descanso y, a quienes traen consigo un vaso o taza con infusiones, son percibidas como cálidas y amigables.

Por otro lado, empresas como Starbucks han sacado provecho de la influencia social en la gente; ya que las bebidas frías suelen relacionarse con gente dinámica y joven, además que las generaciones Millenial y Gen Z suelen comprar más bebidas frías si usan el Drive-Thru, lo cual integraron a sus campañas promocionales y atraer a esta población.