Recientemente, en las calles de Nuevo Laredo se encontró un ejemplar sin vida. Aunque la gallina africana no es un ave común, en realidad habita en gran parte del mundo, excepto Australia y Nueva Guinea. Son inconfundibles por su pico rojo y sus patas grandes de color amarillo verdoso.
Gallina africana: come de todo y no vuela bien
Algunos estudios científicos han documentado que las gallinas africanas, también llamadas pollas de agua, se alimentan de algas, semillas e incluso son un poco carroñeras. Los expertos señalan que en realidad es muy poca la cantidad de materia animal que ingieren.
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Son populares en España, donde pueden cazarse exclusivamente en los cotos que tienen autorización. Algunos grupos de cazadores explican con detalle lo difícil que es conseguir una pieza de esta especie, a pesar de que vuelan torpemente. Sin embargo, al ser habitantes frecuentes de los humedales, se les describe como excelentes buceadoras.
¿Es una especie en extinción?
A pesar de que no aparece en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (IUCN por sus siglas en inglés) porque está clasificada como de bajo riesgo, en algunos sitios se menciona que está considerada como especie vulnerable en Finlandia.
La gallina en la cocina
Debido a su carne demasiado fibrosa y su fuerte sabor, se la describe como difícil de comer porque sus tendones parecen agujas como espinas de pescado. Aún así, es popular entre los españoles.
Por ejemplo, Joan Rosell, un chef reconocido en Zaragoza, España ha compartido en una entrevista, la receta que le enseñó su abuela y que llamaba “Gallineta sanjuanera”.
En esta receta, el ave se guisa con cebollinos, almendras, tomate seco y se acompaña de verduras adobadas en tomillo, romero, sal, pimienta negra y miel. Entre las recomendaciones señala que deben reservarse los hígados, los cuales se añadirán después al guiso junto con un puño de almendras. Señaló que también es importante que la noche previa se les deje marinando en aceite de oliva con tomillo y romero.
Una experiencia curiosa que este chef recuerda con nostalgia de su abuela era que ella se aseguraba que la luz de la luna diera en el guiso toda la noche. Un toque popular e interesante.
Lo cierto es que parece ser un plato conocido en la península Ibérica. Otras recetan comentan que se puede disfrutar en su propio jugo. Los internautas sugieren hacer un sofrito y añadir mucho arroz para crear una especie de caldo al que luego le añadirán algunas verduras de la región, como las judías y los nabos. Lo que en México sería como agregar ejotes y papas.
También existen variaciones donde se les cubre de vino y coñac acompañadas de pimentón blanco y rojo así como algo de nuez moscada. Cabe decir que estos guisos se indican para los que gustan del picante. Esta última receta suena más tentadora para los amantes de la gastronomía mexicana.
De forma muy responsable, los cazadores señalan que no hay que tirar ninguna pieza de caza. Las gallinetas son apreciadas por cualquiera que las desee cocinar.
La noticia de que está gallina africana que apareció en la calle Lago de Chapala en la colonia El Nogal, sorprendió ayer a los neolaredenses, quienes se preguntan cómo llegó esa ave a esta frontera.