La batalla del 1 y 2 de enero de 1914 en Nuevo Laredo fue dirigida por las fuerzas constitucionalistas del general Pablo González, Cesáreos Castro y el Coronel Jesús Dávila Sánchez en contra de la guarnición de la plaza federal huertista comandada por el Coronel Gustavo Guardiola y Aguirre, informó Raymundo Ríos Mayo Presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.
La investigación realizada por Ríos Mayo “Nuevo Laredo, sus personajes, batallas y eventos durante la época de la Revolución Mexicana”, es con el objetivo de dar a conocer a l comunidad qué sucedió en esa época y la gran batalla de 1 y 2 de enero es un acontecimiento incluido.
“La investigación data de al menos tres años que lo comencé a hacer y se fue actualizando en algún sentido y corregir algunos detalles que no estaban muy claros, la defensa civil fue muy importante y ahí está la muerte de los que fallecieron defendiendo Nuevo Laredo”, dijo.
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Explicó que en ese tiempo los federales comandadas por el Coronel Guardiola y Aguirre, estaba integrada por 600 hombres bajo las órdenes de los Mayores Modesto Mendoza, Julio Saggianti y Jesús R. Fraga la artillería estaba controlada por el Mayor José Reyes Macías y el Teniente Sabás Casarín.
Contaban con refuerzos de 600 hombres del General Brigadier Teodoro M. Quintana y con el “Cuerpo Irregular Zuazua”, bajo las órdenes del Capitán Juan Zuazua eran los que estaban posesionados de la ciudad y los constitucionalistas sumaban 600 hombres, había defensa de la ciudad de parte de los dos grupos.
Ante el ataque de los constitucionalistas, los federales rodearon la ciudad con un cinturón de rieles y colocaron carros –caja de ferrocarril además de desmontar un kilómetro de terrenos alrededor de la plaza, las fuerzas del general Pablo González atacaron con fuerza dirigidos por Cesáreos Castro, Jesús Dávila Sánchez, Ernesto Santis Coy y Andrés Saucedo.
“Las fuerzas de Fortunato Maycotte y Carlos Prieto con dos cañones (casi sin parque), y el capitán Federico Montes Alanís al frente de las ametralladoras, pude encontrar durante la investigación de este trabajos acontecimientos sucedidos”, explicó.
Dijo que primero hizo referencia en lo sucedido en el mes de agosto de 1913 derivados de la sublevación de Venustiano Carranza en el Estado de Coahuila, en contra del Gobierno Federal encabezado por el general Victoriano Huerta, después de seis meses de la muerte del general Bernardo Reyes.
Las batallas se habían incrementado, la guerra en la plaza de Matamoros, Tamaulipas, fue tomada por fuerzas revolucionarias bajo el mando del general Lucio Blanco, en la plaza estaba defendida por el Mayor del Ejército Federal Esteban Ramos González González quien fue puesto fuera de combate en las primeras descargas.
“La plaza cayó en manos de las tropas del general Blanco, con su caída vino una serie de atropellos y vejaciones en contra de los vencidos y los vencedores, a las cuatro de la mañana del 1 de enero de 1914 al amanecer en un día de invierno, el clarín de órdenes “sector Guerrero”, tocó “Atención , enemigo al frente e izquierda”, preparándose los integrantes del Primer Batallón al mando del capitán Mendoza”, narró.
En esa gran batalla de 1 y 2 de enero de 1914, Ríos Mayo hace el comentario de Ezequiel Martínez que su papa documentó que en el crucero de Héroes y calle Madero ahí se amontonaron los cuerpos de constitucionalistas y los caballos de los constitucionalistas que fallecieron que al entrar les dieron fuego y los quemaron.
“No les dieron cristiana sepultura acordémonos que había 50% que había civiles en acuerdo con el régimen de Porfirio y otro 50% no, derivado de ese problema surgieron los enfrentamientos, la lucha estuvo en su apogeo y fallecieron durante la época de la revolución, LOS Batallones “29” y “Ferrocarrileros”, Escuadrón Fernández”, “Acordada” e “Irregulares”, ordenaron a sus respectivos bandos tocar dianas y los vítores al Ejército, a los Generales Victoriano Huerta, Teodoro Quintana, Guajardo Álvarez y a la Patria”, contó.
El capitán José Reyes Macías envió a diez soldados para emprender persecución, fue herido al ser herido por el enemigo oculto, los soldados fueron rodeados causando heridos y bajas , fueron desarmados utilizando artillería, el sector Colombia al poniente de la ciudad comenzaron por la mañana a pasar partidas revolucionarias al pie de la loma.
Nuevo Laredo estaba siendo defendida por 125 hombres en los que se encontraba la defensa civil, a las 10 de la mañana se escuchó el primer cañonazo que se hizo estallar en una brecha los carrancistas seguían con el propósito de ganar la orilla del río Bravo utilizaron una ametralladora abriendo brecha en el enemigo quienes se retiraron al poniente.
“Los carrancistas se concentraron en el 'Paso de los Indios', aprovecharon la margen del río Bravo, dos columnas de ataque con 1, 800 hombres en líneas tiradoras, fue imposible la lucha en campo abierto y se ordenó la retirada a las fortificaciones”, dijo el presidente de la Sociedad Histórica.
Ahí se contuvo el avance del enemigo y se les obligó a retroceder a las lomas, fueron muertos varios “irregulares”, dos soldados de línea, los ciudadanos Ezequiel Gutiérrez, Benito Bernal, José Mireles y una persona de apellido Zárate.
“A la 1:00 de la tarde cesó el fuego en las posesiones Oriente y Centro, las trincheras eran defendidas por los valientes jóvenes de la Defensa Social en donde se encontraban personas de la mejor sociedad Laredense que contaban con recursos para pasarse al extranjero y vivir holgadamente, prefirieron unirse a defender su hogar”, finalizó.
