Seguramente te tomó durmiendo, pero la madrugada de este miércoles fue reportado el lanzamiento de Artemis I a la Luna cómo todo un éxito por parte de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA por sus siglas en inglés).
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Desde hace ya varias semanas el programa que pretende regresar a nuestro satélite natural había sido pospuesto por innumerables variantes en el clima y en su estructura que ponían en riesgo al cohete llamado SLS, el más potente del mundo.
Fue en el Centro Espacial Kennedy, a las 1:47 am cuando se llevó a cabo el despegue de esta misión sin tripulación, eyectando con una gran bola de fuego por detrás de la nave con dirección a la Luna.
A pesar de la hora, muchas personas se dieron cita en el lugar para documentar el histórico despegue; desde hace más de 50 años el ser humano no había podido volver a la Luna, provocando la euforia de los asistentes al ver la posibilidad de ir nuevamente hasta Selene.
La operación está prevista para dura 25 días, en el cual se determinarán los lugares idóneos para establecer allí una presencia humana duradera, como preparación para un viaje a Marte. El lanzamiento marca el gran comienzo del programa Artemis, que quiere enviar a la primera mujer y a la primera persona negra a la Luna en dos futuras operaciones más.
Bill Nelson, jefe de la NASA, confesó haber vaciado mucha energía, sudor y lágrimas para que este cohete salga del planeta para darnos más información acerca de nuestro satélite natural y la capacidad para aterrizar y despegar en futuras misiones tripuladas.
Este cohete ha costado mucho sudor y lágrimas. Nos permitirá volar a la Luna y volver durante décadas.
El primer intento de despegue hace unos meses se canceló en el último momento por un sensor defectuoso, y el segundo por una fuga de hidrógeno. Tras estos problemas técnicos, dos huracanes, Ian y luego Nicole, obligaron a aplazar el despegue varias semanas.
Tras estos días de viaje espacial, Orión iniciará su regreso a la Tierra, probando su escudo térmico, el más grande jamás construido. Al cruzar la atmósfera tendrá que soportar temperaturas la mitad de calientes que la superficie del Sol. El aterrizaje en el Océano Pacífico está previsto para el 11 de diciembre.