INSTITUTO TAMAULIPECO DE EDUCACIÓN PARA ADULTOS

Neolaredenses aprovechan programas de estudio para cursar primaria y secundaria

En el Día Internacional de la Alfabetización destaca el deseo de superación de cientos de habitantes que buscan aprender y colocarse en mejores empleos

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Escrito en NUEVO LAREDO el

La falta de dinero o apoyo de los padres en la infancia, el bullying y otras razones, han dejado a cientos de neolaredenses sin poder concluir sus estudios de nivel básico.

Sin embargo, las ganas de superación, de aprender y colocarse en un mejor empleo, es lo que ha motivado a jóvenes y adultos a incorporarse en los programas de estudio que ofrece el Instituto Tamaulipeco de Educación para Adultos (ITEA), diseñados para alfabetizar y cursar la primaria y secundaria en un corto periodo.

ANALFABETISMO

Según datos proporcionados por el ITEA en Tamaulipas el 2.5 por ciento de la población de 15 años y más es analfabeta; en Nuevo Laredo esa proporción es del 2.9 por ciento, según el último censo del Inegi, lo que corresponde a más de 9 mil 50 personas en la ciudad.

Miguel Ángel Castillo Gutiérrez, coordinador de zona del ITEA en Nuevo Laredo, indicó que actualmente existen alrededor 37 centros o círculos de estudios en la ciudad, ubicados  en edificios de secundarias, preparatorias, centros comunitarios en donde les permiten atender a personas que no concluyeron su educación primaria y secundaria o bien que  no saben leer ni escribir.

DORA ALICIA Y MARÍA HILDA

Dora Alicia de 57 y María Hilda de 45 años de edad son el claro ejemplo de que nunca es tarde para aprender a leer y escribir, para de esta manera dejar de sentir vergüenza por no tener estos conocimientos; además de que al tener un documento avalado por la Secretaría de Educación Pública, pueden acceder a un empleo formal y obtener la prestaciones de ley. 

"Mi papá y mamá no tenían dinero para meterme a la escuela, aprendí a escribir solo mi nombre y apellido. Una compañera me dijo de este programa y su mamá nos inscribió a las dos y por eso vine a estudiar, apenas tengo tres semanas, me gusta y me parece todo bien, aunque se me dificulta un poco”, expresó María Hilda.

Por su parte María Guadalupe y Angela, ambas de 11 años de edad, nunca fueron un preescolar, pues la falta de trabajo de sus padres, la situación económica en casa posterior falta de interés, fueron la causa de que no tengan sus estudios básicos iniciales, pero ahora que están en el programa de alfabetización, pretenden continuar hasta poder integrarse en una escuela regular de acuerdo a su edad y grado como la secundaria, pues saben que en la actualidad es indispensable contar con un cierto nivel de estudios para cuando se incorporen en el mundo laboral.

“Nos enteramos por medio de un folleto que nos dejaron en la puerta de la casa, mis papás no trabajaban, no me podían meter a una escuela porque no tenían dinero, ellos me enseñaron las vocales y a escribir mi nombre, ahora me dicen que le echen ganas y que para un trabajo siempre me van a pedir que tenga primaria y secundaria. Me gustaría poder ir a una escuela normal”, manifestó María Guadalupe Tovar.

“Solo fui al kínder tres días y ya no me mandaron, mi mamá buscó inscribirme en este programa porque aquí estuvo también mi hermano, mi abuelita me enseñó a contar y después me metieron como a escuelitas de verano y aprendí un poco. Le estoy echando ganas”, dijo Angela Guadalupe Rodríguez Salazar.  

Así como ellas, otros jóvenes entre los 15 y 17 años de edad con historias similares y que incluso aprendieron antes un oficio actualmente forman parte del círculo de estudio de ITEA instalado en la Secundaria Técnica 95 de la colonia Villas de San Miguel. 

EDUCACIÓN TRUNCA

 

Aunado a las personas que no pueden leer ni escribir, en Nuevo Laredo hay un rezago de más de 80 mil personas que dejaron trunca su educación básica, pues según el promedio del Inegi, la escolaridad de los neolaredenses de 25 años y más es de 10.5 años, es decir, que la mayoría solo cursa hasta secundaria e inicios de preparatoria.