En el marco de las lluvias en la región de los últimos dos meses, la presa La Amistad, encargada de surtir de agua a los dos Laredos, incrementó su nivel hasta en un 4 por ciento, en lo que podría considerarse como una modesta, pero constante recuperación de almacenamiento en el embalse.
“Se podría decir que es poco, pero por el gran volumen que es la presa La Amistad si es un volumen considerable”, dijo Ramón Meza González, representante de CILA.
Durante el mes de mayo, La Amistad se encontraba al 19 por ciento de su capacidad de almacenamiento; este fin de semana llegó al 23 por ciento, sin embargo, hay que considerar que las proporciones del embalse es mayúsculo, por lo que ese incremento equivale a millones de litros que se suman a las reservas de agua para nuestras comunidades.
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Si bien en Nuevo Laredo se han registrado lluvias moderadas, en otras áreas más al norte, como en Coahuila, han ocurrido precipitaciones mucho más copiosas, que derivaron en una creciente que se observó en Nuevo Laredo durante el miércoles y jueves, al elevar el nivel del río Bravo hasta por más de dos metros.
Esto último benefició a la presa Falcón al pasar de 11 al 12 por ciento de su capacidad de llenado, de igual manera, un volumen modesto, pero esperanzador, pues la temporada de lluvias aún tiene margen para continuar beneficiando la región en busca de esa ansiada recuperación.
Si bien el escenario ideal en cuanto a un aprovechamiento de las lluvias es que les precipitaciones se registren en el área de Acuña para que los escurrimientos terminen por traducirse en un incremento en el nivel de la presa La Amistad, que es donde se ubica; Nuevo Laredo ha salido recientemente del estatus de sequía “severa” en el que permaneció durante gran parte del año, para ahora considerarse como “moderada”, según el monitor de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).