La víbora de cascabel es una especie que habita en zonas cálidas y Nuevo Laredo tiene el clima predilecto para el desarrollo y reproducción de la especie, pero el clima juego un papel preponderante en los reptiles de sangre fría y es que estos no regulan su temperatura corporal internamente, sino que dependen del ambiente.
El calor se ha sentido muy intenso en la frontera de Nuevo Laredo y la región y es que la temperatura ha superado los 43 grados Celsius con un índice de humedad muy bajo por la falta de lluvia. Un clima que le juega en contra a las víboras de cascabel que se mueven de un lado a otro y que ya han sacado más de un susto a las personas que las han encontrado.
En Nuevo Laredo las temperaturas han sido muy cálidas, tanto así que ha sobrepasado la ideal para las víboras, y es que de los reptiles que hablamos hoy soportan temperaturas de hasta 32 grados Celsius y por mucho la temperatura ambiental de la frontera ha superado la cifra.
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Víboras de cascabel han sido encontradas cerca de viviendas en Nuevo Laredo, Tamaulipas
En las colonias donde abunda la maleza o monte se han encontrado algunas huellas de víboras de cascabel, incluso en algunos casos ha podido entrar al patio de una casa, algo que ha alarmado a los ciudadanos fronterizos que se aterran al ver que el reptil se desliza muy cerca de ellos.
A pesar de que el veneno de la víbora de cascabel es muy peligroso, lo ideal es no matar al reptil, sino dar aviso Protección Civil o un profesional para que reubique al animal y lo ponga en algún sitio seguro. Por lo que si ves una de estas víboras, no debes intentar agarrarla porque su veneno se considera mortal si no se atiende a tiempo.
El veneno de la víbora de cascabel ocasiona:
- Destrucción de glóbulos rojos
- Hemorragias
- Parálisis muscular
Nuevo Laredo y la región no son la mejor tierra de víboras de cascabel como Sonora y Veracruz, por el clima extremo. Y es que en el noreste de México las temperaturas mínimas en invierno llegan a estar por debajo de los 0 grados, Celsius, mientras que en verano se superan los 45 grados Celsius, un clima que no es favorable para las víboras de las que hoy hablamos.