Piedras de colores empezaron a aparecer en diferentes rincones de Nuevo Laredo, dejando a su paso un mensaje claro: no hay rincón donde no pueda llegar la esperanza.
Este singular proyecto, es promovido por una congregación religiosa denominada “Dios con Nosotros” y consiste en la distribución de rocas pintadas a mano con versículos bíblicos y motivos simbólicos, colocadas estratégicamente en sitios públicos como parques, plazas, hospitales y centros penitenciarios.
'Siembran' piedras de colores con mensajes positivos
La iniciativa nació como parte de un programa anual, propuesta inspirada por el pastor de la congregación, llamado Josué, tras observar una piedra con mensaje espiritual en una iglesia.
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La visión rápidamente tomó forma, recordando además otras piedras gigantes ubicadas en la carretera a Tecate, Baja California. Así surgió la meta: colocar al menos una piedra en cada sector de Nuevo Laredo.
El equipo detrás de esta labor es amplio y variado. Desde niños como el pequeño Cheque, quien acarreaba piedras en un carrito de juguete, hasta adultos mayores como Doña Hadita de 84 años, todos han participado en el lavado, pintura y barnizado de estas obras portátiles de arte y fe.
El trabajo se organizó en un taller adaptado dentro del templo, con jornadas de hasta doce horas y la colaboración desinteresada de transportistas que trajeron piedras desde otros estados.
Cada diseño es único, elaborado según la realidad del sitio donde será depositado. Así, una piedra frente al Hospital General porta un salmo sobre sanación, mientras otra frente a un centro penitenciario evoca libertad y consuelo.
Las reacciones han sido conmovedoras: desde personas que reconocen su necesidad de ánimo, hasta familias que encuentran consuelo ante situaciones difíciles.
El proyecto ha cruzado fronteras, llegando ya a otras ciudades de México y Estados Unidos. Más que solo decorar espacios, estas piedras con propósito están sembrando consuelo, fe y compasión donde más se necesitan.