El brazo de San Judas, una de las reliquias más veneradas del cristianismo, llegó a Nuevo Laredo desde 17 de mayo como parte de una peregrinación internacional promovida por el Vaticano.
El valioso vestigio espiritual está siendo albergado temporalmente en la parroquia que lleva el nombre del santo patrono de las causas imposibles, en la colonia FOVISSSTE, para luego ser trasladado a otras diócesis del país.
El brazo de San Judas Tadeo
La pieza ósea, clasificada como reliquia de primer grado, fue descubierta en Roma en 1830, durante trabajos de restauración en el altar dedicado a San José.
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Se cree que el resto del cuerpo del apóstol descansa en la Basílica de San Pedro, bajo el altar mayor. Desde su separación física, este fragmento ha sido custodiado celosamente en la iglesia de San Salvatore in Lauro, en la capital italiana, desde donde fue prestado por noventa días para recorrer América del Norte.
La ciudad fronteriza vivió una jornada intensa de actividades litúrgicas para honrar esta visita histórica. Desde misas solemnes hasta rezos colectivos del rosario y danzas religiosas, cientos de devotos participaron en los actos organizados tanto en la Parroquia San Judas Tadeo como en la Parroquia San Juan Bosco.
La programación culminará el 21 de mayo con una misa matutina de despedida, tras la cual la reliquia será escoltada hacia Piedras Negras, Coahuila.
Símbolo de esperanza
De acuerdo con autoridades eclesiásticas, el objetivo de esta peregrinación es reavivar la fe y ofrecer un momento de esperanza a los fieles. El brazo de San Judas, que ha cruzado continentes y siglos, sigue generando un poderoso vínculo de devoción entre los creyentes.