Todavía no empieza la temporada de calor de este 2025 y Tamaulipas atraviesa por una situación muy difícil, dado que 10 de sus puertos fronterizos presentan niveles de sequía entre moderada y severa.
Cabe señalar que la zona norte de este estado ubicado al norte del país, ha sido afectado por la escasez de lluvias en los últimos años.
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De acuerdo al último informe del Monitor de Sequía en México, los municipios con sequía severa (D-2) son:
- Nuevo Laredo
- Guerrero
- Mier
- Miguel Alemán
- Camargo
- Gustavo Díaz Ordaz
- Reynosa
En tanto que los municipios con sequía moderada (D-1) son:
- Matamoros
- Valle Hermoso
- Río Bravo
¿Hay sequía al sur de Tamaulipas?
Es importante hacer mención, que los ciclones que se presentaron en el 2024 estos ayudaron a mitigar la sequía en otras zonas de Tamaulipas, por lo cual, el centro, el altiplano, la zona cañera y el sur del estado se mantienen libres de sequía, lo que asegura el abastecimiento de agua para el consumo humano en esas áreas.
El secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga Álvarez, mencionó que la falta de lluvias ha afectado los niveles de ríos y presas, pero aseguró que “la situación está bajo control y no representa un riesgo grave para el suministro de agua”.
Resaltó que “la temporada de estiaje es normal en esta época del año y que no hay motivo de alarma, especialmente en las zonas centro y sur del estado”.
Las autoridades estatales y federales están monitoreando la situación para aminorar los efectos de la sequía en las áreas afectadas y garantizar el acceso al agua en todo Tamaulipas.
Algo que hay que resaltar, es que la sequía tiene efectos significativos en varios sectores, sobre todo en la agricultura, la ganadería y el abastecimiento de agua para las comunidades.
En los municipios afectados, la escasez de lluvias ha disminuido considerablemente la disponibilidad de agua para riego, lo que pone en riesgo los cultivos y la producción de alimentos.
También afecta la economía local y la seguridad alimentaria de la región.
La falta de agua en ríos y presas tiene un gran impacto negativo en los ecosistemas, reduciendo la biodiversidad y alterando los hábitats naturales.