El riesgo de sufrir un accidente automovilístico en Nuevo Laredo es latente a toas horas del dí o la nochea, pero la probabilidad de un percance es mayor en ciertos horarios
Conducir a las 8:00 de la mañana o a las 8:00 de la noche en Nuevo Laredo puede transformarse en una experiencia peligrosa.
La peor hora para manejar un auto en Nuevo Laredo
En esos dos momentos del día, la intensidad del sol, ya sea naciente o poniente reduce la visibilidad, provoca fatiga ocular y dificulta distinguir peatones, semáforos y otros vehículos.
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Este fenómeno convierte esas horas en las más riesgosas para circular, especialmente para quienes viajan de poniente a oriente o viceversa.
A la complejidad de la luz solar directa se suma el tráfico intenso. Durante esas franjas horarias coinciden las entradas y salidas escolares, así como los desplazamientos laborales.
Las principales avenidas se saturan, lo que obliga a los automovilistas a manejar con más precaución y paciencia. Un instante de distracción, amplificado por el reflejo del sol, puede derivar en colisiones o atropellos.
El entorno natural también influye. Nuevo Laredo, situado en una región semidesértica, goza de alrededor de 285 días soleados al año, lo que lo convierte en una de las ciudades más radiantes del norte de México.
Su clima seco y caluroso, aunque ideal para quienes disfrutan del cielo despejado, representa un desafío constante para los conductores.
Consejos
Para reducir los efectos del deslumbramiento, especialistas en seguridad vial recomiendan utilizar lentes polarizados, mantener el parabrisas impecable, encender las luces bajas durante el amanecer y el atardecer, y reducir la velocidad ante cualquier pérdida de visibilidad. También se sugiere ajustar la visera solar y evitar mirar directamente al astro, guiándose por las líneas del pavimento.
Finalmente, planificar los traslados fuera de los horarios críticos puede marcar la diferencia entre un trayecto seguro y uno riesgoso. En una ciudad donde la claridad del cielo es casi permanente, la peor hora para manejar en Nuevo Laredo no depende del reloj, sino de la luz que enceguece el camino.