En Nuevo Laredo el Día de Brujas ya se volvió tradición y se vive con entusiasmo debido a la cercanía con Estados Unidos. Desde los primeros días de octubre e incluso desde los últimos de septiembre, enormes esqueletos, fantasmas, brujas y monstruos comienzan a adornar las fachadas de casas y negocios de la ciudad.
Cada año, las familias invierten desde cientos hasta miles de pesos en decoración, con el propósito de superar la creatividad de temporadas anteriores y ofrecer un ambiente atractivo tanto para vecinos como visitantes. “Nos preparamos con tiempo, usamos los adornos del año pasado o pasados, pero siempre le agregamos algo más para que los niños se diviertan y vengan a tomarse la foto y por sus dulces la Noche de Brujas, sí gastamos, hasta pues varios miles de pesos”, comentó Mariana Salinas, habitante de la colonia Jardín, quien desde el 1 de octubre estrenó su decoración de temporada.
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Por ejemplo, un esqueleto de resina, de 4 metros de alto, se oferta en un centro comercial en 4 mil 500 pesos, mientras que famosas figuras de personajes de series de streaming como el “demogorgon” de “Stranger Things”, cuesta alrededor de 7 mil 500 pesos, aunque los precios suben más cuando se trata de figuras con movimiento o animatrónicos.
Para decorar en ocasiones más que presupuesto se requiere imaginación y mucha creatividad, tal es el caso de Delia Garza, diseñadora y decoradora artesanal, quien en los últimos años sorprende con la instalación de Pennywise, el payaso que aterra en la Colonia Benito Juárez, que este año será colocado el próximo viernes.
Ella también convierte su domicilio en una auténtica escena de terror. Varias viviendas por toda la ciudad ya se convierten en casas de terror como una manera de promover la convivencia familiar; algunos propietarios regalan snacks, dulces e invitan a tomarse la foto del recuerdo.