La devoción a San Judas Tadeo vuelve a llenar de color, música y fe las calles de Nuevo Laredo. Desde varios días antes del 28 de octubre, los habitantes comienzan a preparar su visita al templo ubicado al sur de la ciudad, donde año con año miles de creyentes rinden homenaje al santo de las causas imposibles.
La víspera, los devotos llegan con flores, veladoras y cantos para entonar “Las Mañanitas” en honor al apóstol.
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Empiezan las fiestas de San Judas
En los alrededores, el ambiente se transforma en una verbena popular: los puestos de comida, artesanías y artículos religiosos se multiplican a lo largo de varias cuadras, mientras los vecinos aprovechan para ofrecer antojitos y recuerdos desde sus propios hogares.
La festividad también tiene un componente cultural. Grupos musicales locales, ensambles de danza y jóvenes artistas presentan números en la explanada, creando un ambiente festivo que antecede a las celebraciones litúrgicas.
Al día siguiente, el templo realiza siete misas en distintos horarios, iniciando desde las 8:00 de la mañana y concluyendo por la noche, con la participación de sacerdotes invitados de toda la región.
Este año, la comunidad rendirá un homenaje especial a Ramoncita Esparza, con una procesión que partirá desde la Alameda de la Mujer a las 10:30 de la mañana y culminará con una misa solemne en su memoria.
San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles y pariente cercano de Jesús, es recordado como un predicador que llevó el Evangelio hasta tierras lejanas.
Su vida de servicio y martirio lo convirtió en símbolo de esperanza para quienes enfrentan dificultades, razón por la cual su figura sigue siendo invocada por miles que creen en su intercesión divina.
La devoción a San Judas Tadeo en la frontera mantiene viva la fe de los neolaredenses y fortalece el sentido de comunidad y esperanza en ambos lados del río Bravo,
