En un día que parecía ser soleado y despejado, los ciudadanos de Nuevo Laredo fueron sorprendidos por una repentina lluvia ligera que refrescó el ambiente en varios sectores de la ciudad.
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A medida que las primeras gotas comenzaron a caer en algunas colonias de la periferia y la zona centro, la gente ni tiempo tuvo de sacar sus paraguas y varias personas buscaron refugio improvisado en techos y tiendas.
Lluvia ligera
Esta inesperada lluvia duró solo algunos minutos, pero trajo consigo una agradable baja de temperatura, rompiendo la canícula que aún perdura en la frontera.
Estos nos recuerda con lo impredecible que puede ser la naturaleza y la lluvia ligera nos sirvió como antecedente de la proximidad de septiembre, donde se esperan fuertes aguaceros que aligeren la sequía y el calor que los neolaredenses vienen padeciendo desde el inicio de junio.