En febrero del 2018, Francisco García Cabeza de Vaca dijo que al Hospital General Solidaridad de Nuevo Laredo no le daría “ni un mejoralito”, y a dos meses de concluir su administración, no sólo es un hecho que cumplió su palabra, sino que la problemática de falta de insumos al nosocomio que atiende la mayoría de las emergencias de las personas sin alguna clase de seguridad social, se ha agudizado a tal grado que el personal médico y de enfermería aporta, incluso de su bolsa, para completar el alimento de los pacientes.
“Estamos batallando mucho, el gobierno ya va de salida, y como bien dijo el gobernador, ‘ni un mejoralito para el Hospital General’ y así ha sido, y ahora esto está peor, hemos visto cómo los trabajadores, para completar la dieta de los pacientes con sonda, van y compran de su bolsillo, y eso no debe de ser así”, comentó Luis Alberto Zúñiga Bernal, secretario general de la Subsección 15 de la Sección 51 del SNTSS de Nuevo Laredo.
Para el líder sindical, la falta de insumos, basificaciones y las deplorables condiciones del hospital, conforman un abandono que está a punto de cumplir seis años.
El argumento de Cabeza de Vaca desde el 2018 para no dotar al Solidaridad de insumos, era que se enfocarían los recursos en un nuevo hospital general que se ubicaría al poniente de la ciudad.
Sin embargo, del proyecto no se puso ni la primera piedra y aun así, el Estado mantuvo el abandono al nosocomio, que diariamente atiende desde pacientes con Covid-19, hasta las víctimas de los accidentes más aparatosos.
PLAZAS
En el abandono se encuentra también la basificación de personal médico, pues a pesar de necesitar 36 plazas urgentes para el volumen de atenciones del Hospital General, recientemente se otorgaron sólo 11 bases para Nuevo Laredo; empero, éstas son por jubilaciones y defunciones del personal sanitario.
A esta carencia de personal de salud se suma la falta de infraestructura, equipo y material de curación, ya que el Estado no envía recursos, porque va de salida, afectando no sólo a los trabajadores sino a los usuarios de este servicio básico, comentó el líder sindical.
Indicó que desde que el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca asumió como gobernador del Estado, se ha batallado para bajar los recursos; las carencias y necesidades se han ido acumulando.
“Cuando él -Cabeza de Vaca- llegó al Estado, se tenían algunas plazas pendientes, y lejos de liberarlas, siguió con la retención de las mismas, y de 25 que teníamos congeladas ya son 36”, refirió.
Afirmó que se tiene mucha necesidad de recurso humano, en todas las áreas, pero en donde se tiene mayor afectación es enfermería, medicina, cocina e intendencia.
El deterioro de las instalaciones es evidente también, particularmente en temporada de lluvias, cuando las precipitaciones se viven también dentro del hospital con “cascadas” que emanan del cielo falso, que sucumbre ante la enorme cantidad de agua filtrada.