Familiares, amigos y la comunidad en general dieron el último adiós en una misa de cuerpo presente en la catedral del Espíritu Santo al historiador neolaredense y doctor en Historia Manuel Ceballos Ramírez, director del Archivo General del Municipio Juan E. Richer en Nuevo Laredo. El doctor Ceballos Ramírez, quien falleció el 10 de mayo, se preocupó por resguardar los documentos históricos de la ciudad por más de tres décadas; el académico investigó, difundió el pasado local y escribió en revistas, artículos y libros sus trabajos. “Hoy el doctor Manuel deja un gran legado para nuestra ciudad, el corazón de nosotros agradecido por esta inspiración de Dios de entregarse de lleno a la historia y a las letras, qué hermoso es conocerla más a profundidad”, dijo durante la celebración de la misa el sacerdote Salvador Rojas.
Destacó el trabajo y aportación profesional del catedrático del seminario realizado por el historiador a nivel nacional e internacional.
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“Es muy satisfactorio decirle a nuestro amigo ‘hasta pronto’ y ‘pronto nos volveremos a ver’, quien cree en mí no morirá para siempre, y Manuel creyó hasta el último momento, me tocó la gracia de verlo ya inconsciente y tuvo la dicha de decir ‘sí quiero recibir la unción’; descubrí en el historiador un ser cristiano que colaboró en la formación de muchos futuros y hoy sacerdotes de nuestra iglesia”, manifestó el padre.
Durante la celebración dijo a su esposa Ana Laura Martínez, sus hijos Manuel y Ana Laura Teresa Ceballos Martínez, que fueron verdaderos cirineos para él.
”Siéntanse satisfechos de verlo cara a cara y decirle: ‘Gracias a Dios’ porque hasta el último momento no se le despegaron como familia, hoy él descansa en la presencia de Dios, su dolor y preocupación han terminado y decirle al Señor ‘si queda alguna mancha de pecado, no se la tomes en cuenta’, queridos hermanos la vida no nos pertenece”, dijo el sacerdote.
Manuel Ceballos Martínez, hijo del doctor Manuel Ceballos Ramírez, agradeció las condolencias y muestras de cariño expresando su gratitud al compartir los recuerdos de su padre.
“Mi padre dejó buenos recuerdos a quienes daba buenos consejos y daba su mano, el amor que tuvo por esta ciudad y su gente fue incondicional, desde niño lo recuerdo hablando de lo orgulloso que era de ser esta ciudad y lo que representaba ser un fronterizo y neolaredense, una gran parte profesional de su trabajo fue rescatar el pasado histórico de Nuevo Laredo y construir su memoria”, dijo.
Destacó el amor y el apego que tuvo siempre por el Archivo Municipal y por resguardar el pasado que tiene la ciudad, y el legado que construyó a través de su trabajo y su persona.
“Mi padre amó hasta sus últimos días su círculo, a los hermanos maristas y a las grandes amistades que formó a su paso por la Ciudad de México, Guadalajara. “Sus colegas que lo acompañaron en su formación y desarrollo profesional en el Colegio de México, Colegio de la Frontera Norte, la Academia Mexicana de la Historia. la Universidad Autónoma de Tamaulipas, entre otras instituciones y a quienes compartió sus conocimientos en el seminario y la catedral del Espíritu Santo, el amor incondicional hacia su familia, esposa, hijos, hermanos, primos, sobrinos en general, destacó el amor que tuvo por Dios, quien lo condujo por buen camino”, dijo Ceballos Martínez.
Con aplausos despidieron al historiador neolaredense; el sacerdote Rojas aseguró que es gratificante decirle “hasta pronto, te nos has adelantado y nos volveremos a ver, la vida no se acaba, se transforma, descansa en paz, Manuel Ceballos Ramírez’”, finalizó.