Los delitos de fraude y abuso de confianza en Nuevo Laredo aumentaron hasta 19 y 38 por ciento, respectivamente, al comparar el periodo enero-agosto del año en curso con el anterior, según revelan las estadísticas del Secretariado Ejecutivo que conjunta las denuncias formales ante el Ministerio Público local.
Las incidencias abarcan desde fraudes por internet hasta adultos mayores, de quienes se abusa de confianza al hacerles firmar documentos que comprometen sus patrimonios.
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La "oferta perfecta" de vacaciones
José encontró en la red social Facebook una “oferta” de viaje para cuatro personas a Cancún, por la increíble cantidad de 25 mil pesos y presuntamente le incluía vuelos y hospedaje durante cuatro noches; el hombre realizó el pago, sin embargo, al cuestionar a la “agencia de viajes” que no tenía oficinas ni algún indicador de ser una empresa establecida y con trayectoria, ya no recibió mayor respuesta.
Lo anterior conforma una de las formas más comunes de fraude en la actualidad, acumulando más de 80 denuncias formales entre enero y agosto de este año en diversas modalidades.
En el caso del ejemplo citado suele utilizarse un perfil falso en redes sociales, se simula una empresa o algún profesional que oferta productos o servicios, pero al no tratarse de alguien establecido o de alguna manera localizable y con trayectoria, las transacciones realizadas con tales entes, carecen de garantía o respaldo alguno.
El objetivo: tercera edad
Los adultos mayores son las principales víctimas de estos delitos, particularmente del abuso de confianza, que ha registrado al menos 38 denuncias formales ante el Ministerio Público en lo que va del año.
Don Ramiro casi pierde su patrimonio al confiar en su sobrino, quien le dio a firmar unos documentos argumentando que sólo era para fungir como aval de un crédito, sin dar mayores explicaciones, al tiempo se enteró que en realidad eran para ceder una propiedad.
Posterior a eso, fue necesario interponer la denuncia e iniciar un proceso para evitar el despojo, todo por confiar ciegamente y firmar sin leer.
El 2022 se ha convertido en el más drástico de los últimos tres años en materia de fraude y abuso de confianza.