Ezequiel Gutiérrez, Exiquio Parra “El Indio” y Manuel Lugo fueron defensores de Nuevo Laredo durante la Revolución Mexicana el 1º y 2 de enero de 1914, contó Raymundo Ríos Mayo, presidente de la Sociedad Histórica de Nuevo Laredo.
Los defensores vivían en la ciudad durante el movimiento armado y murieron durante la defensa; no se sabe si eran originarios de la localidad.
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En ese entonces, durante el gobierno huertista, era presidente municipal el doctor Canuto Barrera González.
“Gutiérrez, Parra y Lugo estaban aquí estaban pero si eran originarios de Nuevo Laredo se desconoce, no puedo afirmar eso”, dijo Ríos Mayo.
Relató que la defensa de la ciudad era un tema de seguridad, en la época se pretendía aislar al puerto fronterizo para mantener despejada la vía férrea hacia Monterrey, Nuevo León, mediante la que se transportaban las municiones, ametralladoras y tropas.
Esto propiciaba que las estaciones fueran atacadas con regularidad por las bandas constitucionalistas en el norte de Coahuila y Nuevo León después de la toma de Matamoros. El general Joaquín Téllez (1861-1929), llegó a Nuevo Laredo y estableció su cuartel general de la División del Bravo.
La plaza quedó protegida, propiciando que el ataque que pretendían realizar los revolucionarios provenientes de Piedras Negras fuera suspendida, hubo desabasto de comerciantes y muchos cruzaron hacia Laredo, Texas.
El general Téllez sale de Nuevo Laredo al ser llamado por el gobierno a otras encomiendas y toma el mando el general Joaquín Mass Águila (1879-1948), con el cuartel general de Saltillo.
El general Pablo González Garza (1879-1950), fue designado comandante del Ejército del Noreste por Venustiano Carranza Garza (1859-1920), primer jefe del Ejército Constitucionalista; el general González anteriormente había ocupado Ciudad Victoria, Tamaulipas, en 1913, y fraguó la idea de atacar Nuevo Laredo.
La plaza ya se había intentado atacar por Jesús Carranza Garza (1863-1915), sin éxito, el general González avanzó a la ciudad fronteriza acompañado de 5 mil hombres, incluso cruzó por breve tiempo hacia territorio americano, reuniéndose con otros simpatizantes del constitucionalismo; al regresar el militar ordena cortar la vía Monterrey al subalterno Andrés Saucedo, sin éxito, hasta lograr pasar un tren con federales al mando del general Teodoro M. Quintana, militar huertista que después estaría asignado en plaza fronteriza en 1914.
“El ataque a Nuevo Laredo era definitivo, la guarnición de la plaza contaba con mil 200 soldados y se puso de inmediato en alerta en defensa y el asalto ocurrió en la madrugada del 1º de enero de 1914, el flanco norponiente de la localidad fue atacado por las fuerzas constitucionalistas”, narró Ríos Mayo.
El combate con fuego de fusilería y cañón entre las tropas federales y constitucionalistas se prolongó durante todo el día y continuó al día siguiente, saliendo una columna de federales a campo raso eliminando a los atacantes sin posibilidades de tomar la plaza los contras.
“El combate tuvo un costo, perdieron la vida muchos, entre ellos Ezequiel Gutiérrez, Exiquio Parra “El Indio” y Manuel Lugo participando en la defensa de la ciudad, en ese tiempo, Gustavo Guardiola y Aguirre (1875-1915), era el comandante en jefe de la Guarnición de la Plaza de Nuevo Laredo ”, manifestó Ríos Mayo.
Guardiola había asumido a la comandancia del puerto fronterizo el 12 de octubre de 1913, el gobierno federal externó felicitaciones públicas a los defensores de la plaza, y por esta acción el militar Gustavo Guardiola y Aguirre fue elevado al rango de general de brigada.
“Estos son sucesos reales en tiempos de la Revolución Mexicana en Nuevo Laredo y recordar a los defensores es parte de nuestra historia local”, finalizó.