Muchas personas creen que el envejecimiento es un proceso lento y constante que se extiende a lo largo de la vida. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Stanford desafía esa idea y asegura que no ocurre de manera uniforme.
Según los investigadores, existen al menos dos momentos clave en los que el envejecimiento se acelera de golpe, con fuertes impactos en la salud.
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El hallazgo fue posible gracias al análisis de más de 135 mil moléculas y microbios presentes en muestras biológicas de 108 participantes, hombres y mujeres de entre 25 y 75 años, monitoreados durante casi dos décadas.
Los resultados sorprendieron incluso a los propios científicos: la cantidad de moléculas y microorganismos no cambia de manera progresiva, sino que sufre picos bruscos de transformación, lo que provoca deterioro acelerado en distintos sistemas del cuerpo humano.
Las edades en las que envejecemos de golpe
De acuerdo con el estudio, los dos grandes “golpes” de envejecimiento aparecen alrededor de los 44 años y nuevamente a los 60 años.
Durante la cuarta década de vida, los cambios afectan moléculas vinculadas con la piel, los músculos, la salud cardiovascular y la capacidad del organismo para metabolizar alcohol, cafeína y lípidos.
En la sexta década, el envejecimiento acelera la caída de la función renal, el sistema inmunológico y el metabolismo de carbohidratos, además de profundizar los problemas musculares y cardiovasculares.
Los investigadores señalan que, en parte, estos cambios podrían estar asociados al estilo de vida, como el consumo de alcohol y cafeína a partir de los 40 años. Sin embargo, destacan que hacen falta más estudios para entender a fondo los mecanismos biológicos detrás de estas transformaciones.
Cómo prepararse para estas etapas
Lejos de ser una mala noticia, el descubrimiento permite anticipar medidas de prevención. Los expertos recomiendan:
- Mantener y fortalecer la masa muscular con ejercicio regular.
- Cuidar la salud cardiovascular y controlar el peso.
- Reducir el consumo de alcohol y cafeína a partir de los 40.
- Vigilar la función renal y el sistema inmune al acercarse a los 60.
El mensaje central del estudio es claro: el envejecimiento no es lineal y todos enfrentamos dos etapas críticas en la vida. Reconocerlas a tiempo puede marcar la diferencia entre una vejez complicada o un camino más saludable hacia los años maduros.