En la mesa mexicana no puede faltar un buen acompañante para los platillos típicos, y entre los que cuidan la dieta, y quienes buscan el mejor sabor, surge la eterna pregunta: ¿qué es mejor, comer con tortillas o bolillo?
Ambos son parte de la tradición culinaria del país, pero la elección depende no solo del sabor, sino también de la nutrición y el estilo de vida de cada persona.
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Tortilla: la reina del maíz
La tortilla, especialmente la de maíz nixtamalizado, es considerada un alimento básico y balanceado. Rica en fibra, calcio y proteínas vegetales, ayuda a la digestión y aporta energía de forma más sostenida. Además, es versátil: lo mismo sirve para tacos, quesadillas, enchiladas o simplemente como “cucharita” en el guisado.
Bolillo: el inseparable del antojo
El bolillo, por otro lado, es el favorito para acompañar caldos, guisos y, claro, para las famosas tortas mexicanas. Sin embargo, al estar elaborado con harina refinada, tiene un mayor índice glucémico, lo que significa que la energía se absorbe rápido, pero también el hambre puede regresar antes.
Entonces, ¿qué elegir?
La tortilla suele ser la opción más saludable y balanceada, sobre todo si se consume en porciones moderadas (2 a 3 por comida). El bolillo no está prohibido, pero conviene reservarlo para ocasiones especiales o porciones más pequeñas, ya que aporta más calorías y menos fibra.
Al final, la clave está en el equilibrio: una comida mexicana puede llevar tortilla o bolillo, pero acompañada de verduras, proteínas magras y agua natural, todo se disfruta sin culpa.