CEREMONIAS

Entrega de bastones de mando fortalecen vínculo entre pueblos originarios y la SCJN

En el corazón del Zócalo capitalino, representantes indígenas y afromexicanos otorgaron bastones de mando a los nuevos ministros de la Suprema Corte, en un acto cargado de simbolismo y legitimidad cultural

Recibe la SCJN el bastón de mando de los pueblos originarios.
Recibe la SCJN el bastón de mando de los pueblos originarios.Créditos: internet
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La entrega de bastones de mando se convirtió en un acto trascendente para los nueve magistrados recién incorporados a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). El evento, realizado en la Plaza de la Constitución, marcó el inicio de una etapa en la que la voz de comunidades ancestrales busca integrarse al ejercicio de la máxima institución judicial.

El encuentro estuvo enmarcado por una ceremonia ritual en la que participaron líderes de pueblos originarios y representantes afromexicanos, quienes invocaron la energía de los cuatro puntos cardinales y solicitaron el acompañamiento de deidades protectoras para los ministros en su labor. Los bastones entregados fueron presentados como emblemas de sabiduría y compromiso ético.

Entrega de bastones a la SCJN

En medio de cantos y plegarias, los asistentes recordaron que “el bastón es respeto, palabra y guía para conducir con justicia”. Cada ministro levantó la mano y giró hacia el norte, sur, este y oeste, siguiendo las instrucciones de las autoridades tradicionales, en un gesto de apertura a la cosmovisión indígena.

La ausencia del ministro electo Aristides Rodrigo Guerrero, quien permanece en recuperación tras un accidente vial registrado el 22 de agosto, fue notoria durante la ceremonia. No obstante, se mencionó que recibirá el bastón en cuanto su estado de salud lo permita, ya que forma parte del pleno que iniciará funciones este mismo mes.

De acuerdo con los organizadores, este acto simboliza respeto a la diversidad cultural y es recordatorio de que la justicia en México debe reflejar la pluralidad del país.

Para las comunidades participantes, entregar estos objetos sagrados es un llamado a ejercer la magistratura con dignidad, responsabilidad y cercanía a la ciudadanía.