El embotellamiento en la cuesta Mamulique, sobre la autopista Nuevo Laredo-Monterrey, se convirtió en un serio problema para automovilistas y transportistas.
El incendio que involucró a un vehículo pesado ocasionó el cierre total de la circulación en dirección de norte a sur, y aunque ya se reabrió un carril, el paso sigue siendo lento y con severas demoras.
Reabren un carril en la autopista Nuevo Laredo-Monterrey
El percance, registrado en la primera subida rumbo a Monterrey, generó que el cierre total al tráfico. Posteriormente se abrió el paso en un solo carril.
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Esto produjo un efecto de embudo que afecta tanto a autos particulares como a tráilers, cuyo peso y lentitud en pendiente agravan el avance. Testigos relatan que algunos camiones de carga quedaron varados, entorpeciendo más la movilidad.
De acuerdo con reportes locales, la fila de unidades alcanzaba varios kilómetros hacia la tarde. Conductores señalaron que, pese a los esfuerzos de las autoridades para agilizar la vía, la circulación apenas fluye y en ciertos momentos se detiene por completo.
La Guardia Nacional y equipos de auxilio se mantienen en la zona coordinando las labores de remoción y limpieza del pavimento, mientras se exhorta a los viajeros a mantener la calma y programar con anticipación su trayecto.
El tramo donde ocurrió el siniestro es clave para el traslado de mercancías desde la frontera hacia la capital de Nuevo León, por lo que la afectación repercute no solo en quienes transitan por la autopista, sino también en la cadena logística de la región.