METEROLOGÍA

Canícula chiquita: ¿cuál es la diferencia entre la canícula y la 'caniculita'?

Estos términos coloquiales representan fases distintas de calor sofocante en México y América Latina. Aunque ambas refieren a temperaturas elevadas, tienen varias difierencias

La 'canícula chiquita' y sus diferencias con la canícula tradicional.
La 'canícula chiquita' y sus diferencias con la canícula tradicional.Créditos: internet
Escrito en NACIONAL el

La canícula y la llamada "caniculita" o "canícula chiquita" se han convertido en referencias recurrentes dentro del vocabulario climático y cultural de México, donde la población las reconoce como símbolos del calor más agudo del año.

Sin embargo, su diferencia radica no solo en la duración e intensidad, sino también en el contexto en que se utilizan, lo que marca una clara frontera entre el conocimiento meteorológico formal y el habla cotidiana.

La diferencia entre la canícula y la 'caniculita'

En términos científicos, la canícula corresponde al periodo más caluroso del calendario agrícola y atmosférico del hemisferio norte.

Se ubica entre julio y agosto, cuando las precipitaciones suelen disminuir y el aire seco predomina, generando lo que en el campo se denomina "sequía de medio verano". Su duración oscila entre 40 y 60 días, y su nombre procede de la antigua Roma, vinculado a la aparición de la estrella Sirio en el horizonte.

Por contraste, la caniculita carece de un reconocimiento oficial en los estudios climáticos. Este término surge de la experiencia popular y se utiliza para describir una ola de calor posterior a la canícula principal, que aparece a finales de agosto o principios de septiembre.

Su temporalidad es mucho más breve, alcanzando de unos días a un par de semanas, y en ocasiones viene acompañada de lluvias esporádicas que mitigan parcialmente el calor.

Ciencia y cultura popular 

La distinción entre ambos fenómenos es relevante: mientras la canícula tiene base en mediciones meteorológicas y se incluye en proyecciones agrícolas, la "caniculita" refleja la manera en que las comunidades nombran y perciben las variaciones del clima en su vida diaria.

Este carácter coloquial convierte al concepto en un mito popular más que en una definición científica, aunque su uso está cada vez más extendido en conversaciones cotidianas.

Aunque comparten un mismo escenario de temperaturas elevadas, la canícula y la "caniculita" o "canícula chiquita", muestran cómo el lenguaje, la tradición y la ciencia se entrelazan para explicar los extremos del clima que afectan tanto al campo como a la vida urbana en México.