Un hombre de 55 años, devastado por la reciente muerte de su hija, fue rescatado por agentes de la Policía Estatal cuando intentaba quitarse la vida dentro del panteón municipal de Santiago Papasquiaro, Durango. El hecho, cargado de tensión y dramatismo, terminó sin lesiones gracias a la rápida intervención de las autoridades.
El caso inició tras una llamada de emergencia que alertó sobre la presencia de un individuo en estado de crisis emocional y con intenciones suicidas. Al llegar al camposanto, los oficiales lo encontraron portando un cuchillo, visiblemente afectado y decidido a atentar contra su vida. La situación era crítica, pero el protocolo de actuación inmediata marcó la diferencia.
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En coordinación con el Mando Único y la Unidad de Atención a la Violencia Familiar y de Género, los agentes lograron establecer comunicación, calmarlo y desarmarlo sin que resultara herido. Acto seguido, paramédicos de la Cruz Roja le brindaron los primeros auxilios y verificaron su estado físico.
El hombre fue trasladado al departamento de psicología y salud mental del DIF Municipal de Durango, donde recibirá terapia y atención psiquiátrica especializada para ayudarlo a procesar el duelo y superar la crisis que lo llevó a esta situación límite.
Este incidente no solo refleja el profundo impacto emocional que puede provocar una pérdida familiar, sino que también subraya la importancia de contar con capacitación policial en manejo de crisis y de reforzar los servicios de salud mental como un componente esencial de la atención pública.
Durango se suma así a la lista de ciudades que enfrentan el reto de atender la creciente demanda de apoyo psicológico, especialmente en casos de duelo severo donde una intervención oportuna puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.