La noche del pasado domingo 10 de agosto, la tranquilidad de la colonia Hidalgo, en Monterrey, Nuevo León, se vio interrumpida por un trágico accidente que terminó en indignación ciudadana. Don José Miguel Ríos López, un hombre de la tercera edad que acababa de concluir su jornada laboral, fue atropellado por un elemento de Fuerza Civil que, presuntamente, circulaba a exceso de velocidad.
De acuerdo con el testimonio de sus familiares, Ríos López había avisado minutos antes que se dirigía a casa, como lo hacía diariamente.
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Sin embargo, nunca llegó. El conductor responsable, que viajaba solo, no se detuvo para auxiliar a la víctima. En su intento por huir, chocó contra una grúa y, abandonando tanto el vehículo oficial como el cuerpo, escapó a pie.
Sus familares expresaron con dolor su familia, que exigen justicia y la captura del responsable.
Lo dejó tirado… no sabemos si estuvo con vida unos minutos y si él hubiera prestado auxilio, quizá estaría aquí. Pero no, lo dejó morir ahí.
Las autoridades confirmaron que el presunto agresor ya fue identificado plenamente. En un comunicado, Fuerza Civil aseguró que colabora con la investigación para localizarlo y ponerlo a disposición de la justicia, además de iniciar su proceso de baja por violar los códigos de disciplina y ética de la corporación. Para los deudos, la pérdida es irreparable.
Lo único que hizo mi papá fue salir de trabajar para ir a descansar. Ya no pudo porque una persona imprudente nos lo arrebató, queremos justicia, nada más.
El caso ha generado indignación en Monterrey, donde vecinos y ciudadanos piden que este no sea un expediente más que se archive, sino un precedente para que ningún agente de seguridad quede impune ante un hecho similar.