El estacionamiento de motocicletas se rige por los mismos lineamientos que el de los automóviles. A pesar de la ausencia de reglamentos diferenciados, los conductores de dos ruedas cometen con frecuencia errores que pueden provocar daños al propio vehículo o a terceros.
Uno de los fallos más habituales es posicionar la motocicleta de frente contra la acera, lo que complica la salida y puede generar impactos con otros vehículos.
La forma correcta de estacionar la motocicleta
También es común calcular de manera imprecisa el espacio disponible, dejar la moto en zonas sin señalización o incluso ocupar las banquetas, acciones que generan riesgo y posibles sanciones.
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La recomendación general es ubicar la moto de forma paralela al borde derecho de la banqueta, manteniendo las ruedas a menos de 30 centímetros.
Antes de llegar al sitio elegido, se aconseja apagar el motor y maniobrar en punto muerto, orientando el ángulo de reposo hacia la calle para mayor estabilidad.
En vías con más de nueve metros de ancho, donde esté permitido el estacionamiento en ángulo, lo correcto es colocar la motocicleta a 45 grados, retrocediendo con la vista orientada hacia la calle. Este método agiliza la salida sin interrumpir el flujo vehicular.
Es fundamental considerar la inclinación natural de la motocicleta hacia la izquierda al accionar el soporte. Para compensarlo, debe colocarse ligeramente hacia la derecha del espacio.
En pendientes, el apoyo debe quedar orientado al descenso y la moto en una marcha engranada, lo que evita desplazamientos involuntarios.
Mejorar la seguridad
Cumplir con estas prácticas mejora la seguridad del tránsito y también protege la integridad de la moto y de los demás vehículos.
Al aplicar estas medidas, el estacionamiento de motocicletas deja de ser un riesgo y se convierte en una acción segura y responsable.