Su historia de amor es inusual: una pareja amorosa ante la sociedad, pero sádica en su interior; los unió sus ideales perversos que aterrorizaron a toda la ciudad fronteriza de Matamoros, Tamaulipas.
A Rodolfo Infante Jiménez y Ana María Ruíz Villeda se les atribuyen al menos 8 feminicidios ocurridos a principios de la década de los 90; por sus crueles asesinatos fueron llamados ‘Los sádicos de Matamoros’.
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Pareja méxico-americana; él nacido en San Benito, Texas, y ella originaria de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Su amor y su perversidad llegaron más allá de lo permitido, abusaron, torturaron y asesinaron a jóvenes mujeres que buscaban cruzar la frontera para encontrar el sueño americano.
En 1991 proliferó el reinado de terror de la pareja de la muerte, que era motivada por una conducta sexual compulsiva.
¿QUIÉNES FUERON SUS VÍCTIMAS?
Rodolfo y Ana María seleccionaban a mujeres con necesidades económicas para brindarles trabajo como empleadas domésticas. Tras ganarse su confianza y tenerlas en su casa, de ser una pareja amorosa pasaban a ser el dúo más despiadado: torturaban, violaban y estrangulaban a sus víctimas.
Muchas de las mujeres eran de Matamoros, otras eran de algunos pueblos cercanos a la ciudad fronteriza. Llegaban ahí para trabajar y después intentar cruzar el Río Bravo para lograr el sueño americano, sin embargo, todo fue una pesadilla.
Las víctimas tenían características físicas similares: Todas ellas tenían entre 14 y 20 años de edad, eran de tez aperlada, medían entre 1.50 y 1.60 metros de estatura y tenían ojos negros.
A pesar de que solamente confesaron 8 asesinatos, las autoridades indicaron que en ese periodo se encontraron 4 cuerpos más, todos ellos con el mismo modus operandi de ‘la pareja de la muerte’: ahogadas en canales de riego o en el Río Bravo.
Las mujeres fueron identificadas como:
- Guillermina Sánchez Galicia
- Mariana Hernández López
- Cecilia Obispo
- Orfelinda Juárez Castillo
- Isabel Ventura
- Rita Hernández Hernández
- Enriqueta Vega Rocha
- Flora Adrián Martínez
ASÍ TERMINARON CON LA VIDA DE GUILLERMINA SÁNCHEZ
Guillermina Sánchez era una jovencita originaria de San Luis Potosí; la conocieron en una visita de Rodolfo y Anita a casa de su suegra en suelo potosino. La mujer tenía intenciones de cruzar a Estados Unidos para trabajar y ayudarle a su mamá enviándole algunos dólares.
Al llegar a Matamoros, Guillermina vivió en casa de la pareja, posteriormente se cambió de domicilio, pero ya había caído en la seducción de Rodolfo, quien mantenía relaciones sexuales con ella y a la vista de Ana María.
Al paso de unos días, la llevaron hacia el Río Bravo con la supuesta consigna de poder cruzarla al otro lado, pero el plan ya estaba hecho. Guillermina era una víctima más de sus atrocidades y mente perversa, aprovecharon la soledad de un ejido para desnudarla, robarle el dinero y ahogarla.
¿CÓMO CAPTURARON A LOS SÁDICOS DE MATAMOROS?
Como en la mayoría de los casos de asesinos seriales, los ‘Sádicos de Matamoros’ cometieron errores y descuidos. En una ocasión Ana y Rodolfo decidieron llevarse a dos jovencitas a su casa. Su perversidad ya no tenía limites. Con engaños contactaron a Enriqueta Vega Rocha y a su prima Alma Lilia Rostro Rocha.
Al estar en la casa de la pareja, Enriqueta fue violada por Rodolfo y estrangulada, mientras que su prima fue obligada a ver el atroz asesinato, pero en un descuido de los dos Alma Lilia escapó y llegó a la carretera para pedir ayuda.
Al contactar a la policía, entre lágrimas, Alma contó que posiblemente había conocido a los asesinos de mujeres que se publicaban en los periódicos; los judiciales de inmediato se acercaron al domicilio de la pareja asesina, fingieron la descompostura de su automóvil y atrajeron la atención de Rodolfo y Ana María para que se acercaran y así detenerlos. Esto ocurrió en octubre de 1991.
Después de un brutal interrogatorio por parte de los judiciales, Rodolfo Infante confesó haber matado a las mujeres.
Sí las mate, sí las mate, hasta la cuarta muerta me di cuenta que las tiraba al río, pero no las tocaba, por eso empecé a violarlas muertas y luego antes de matarlas.
De acuerdo al entonces comandante de la Policía Judicial del Estado de Matamoros Eloy Treviño Gracia, aseguró que Rodolfo admitió haber asesinado a sangre fría a tres mujeres, mientras que Ana María finalizó con la vida de otras 5.
Tras su interrogatorio, las autoridades obtuvieron de manera confesa que Ana Maria Ruiz fue la mente que ideó todos los crímenes.
Esta pareja fue sentenciada a la máxima condena del estado de Tamaulipas en ese entonces, 40 años de prisión. Rodolfo tenía 28 años y Ana María 20; los dos podrían dejar la prisión en 2031.
Su perfil criminal fue catalogado por especialistas norteamericanos como meramente sexual, llevando a ‘Los Sádicos de Matamoros’ a tener un amor fuera de la ley.