El asesinato de Irma Hernández Cruz, taxista y maestra jubilada de 62 años en Veracruz, a manos del crimen organizado por negarse a pagar extorsión, generó indignación nacional y llevó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a pronunciarse públicamente.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, Sheinbaum aseguró que la Fiscalía General de la República (FGR) ya colabora con la fiscalía estatal de Veracruz y con la gobernadora Rocío Nahle para esclarecer el caso y garantizar que no haya impunidad.
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“Se debe tener la información completa para poder hablar del tema”, subrayó la presidenta, destacando que será el gabinete de seguridad quien informará oficialmente sobre los avances.
¿Un desafío al Estado?
Cuestionada sobre si el crimen es un desafío directo al Estado, Sheinbaum prefirió no responder, dejando la valoración al gabinete de seguridad federal.
“La Federación está apoyando a la gobernadora”, afirmó, destacando la coordinación entre niveles de gobierno para enfrentar la violencia del crimen organizado.
Un crimen que expuso el terror de las extorsiones
El asesinato de Irma Hernández se viralizó tras difundirse el video donde fue obligada a arrodillarse y advertir a otros taxistas que debían pagar cuotas a la Mafia Veracruzana, grupo criminal surgido del Grupo Sombra.
Su cuerpo fue localizado días después en un rancho cerca de Tuxpan, convirtiéndose en un símbolo de la amenaza “plata o plomo” que padecen taxistas y comerciantes en Veracruz.