El reciente feminicidio de Keila Nicole, una adolescente de apenas 13 años en San Quintín, Baja California, ha conmocionado al país por su brutalidad y por las circunstancias que rodean el caso. La joven fue asesinada y descuartizada por un menor de edad con quien había salido, un crimen que ha reabierto el debate sobre la responsabilidad penal de los jóvenes y la prevención de la violencia.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum fue cuestionada sobre este caso y sobre cómo su gobierno abordará situaciones similares en el futuro.
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En respuesta, destacó que la criminalización de los jóvenes desde edades muy tempranas no es la solución para combatir estos problemas.
Criminalizar a los jóvenes no resuelve el problema, hay una legislación que establece, frente a un crimen mayor, cuál es la responsabilidad de la persona, aunque sea menor de edad.
Además, anunció que su administración llevará a cabo una intervención integral en zonas como San Quintín, donde se han registrado altos índices de violencia.
El caso ha despertado particular atención por un detalle escalofriante: según reportes preliminares, el agresor, identificado como Cristian ‘N’, habría actuado influenciado por la serie televisiva ‘Dexter’, cuyo personaje principal es un asesino serial que mutila a sus víctimas.
Este hecho pone en evidencia la complejidad detrás de los crímenes cometidos por menores y la necesidad de atención especializada para evitar que influencias nocivas agraven la situación.
El gobierno federal, junto con autoridades estatales, prepara estrategias que combinen prevención, atención social y fortalecimiento del marco legal para proteger a las comunidades y especialmente a los jóvenes en riesgo.